La festividad coincide con los festejos del Pongal, que señalan el retorno del sol después de los "días del mal". El acto -muy parecido al encierro de Pamplona- consiste en la suelta de cientos de vacas y toros en un recorrido en el que esperan los jóvenes del pueblo, que rodean y golpean a los animales para inmovilizarlos. En la fotografía, dueños de ganado empujan entre la multitud buscando algo de espacio. Ver más.