
Bueno como el whisky
Irish, realmente irish, es Pierce Brendan Brosnan, quien nació el 16 de mayo de 1953 en Navan, Irlanda.
Su infancia no fue de las más felices: al poco de nacer, su padre Thomas, abandonó a su madre y ella, May, debió partir a Londres para trabajar como enfermera. Así, Pierce quedó al cuidado de sus abuelos maternos, hasta que a los 10 años viajó a reunirse con su progenitora.


Al terminar la secundaria consiguió algunos papeles como modelo comercial e impulsado por un compañero se inscribió en el London Drama Center, donde estudió por tres años.
Después de trabajar, por algunos años, en obras de teatro del West End londinense, consiguió un papel en el film “El largo viernes santo” de 1980, y de ahí, su gran salto lo tuvo con la serie de televisión “Remington Steel”.
Debido a ella, se trasladó a vivir con toda su familia a Los Ángeles, cuestión que le abrió las puertas de Hollywood y especialmente del personaje James Bond.
La muerte de su primera esposa, Cassandra Harris, lo destrozó razón por la que se comprometió intensamente con la lucha contra el cáncer y otras muchas causas benéficas, que le valieron recibir una distinción honoraria del Reino Unido en julio de 2003.
Pintor, a ratos, y quitado de bulla, es un padre abnegado que entrega todo su tiempo libre al cuidado de su numerosa familia.