
Para el 38 la situación de lío fue similar. Argentina asomaba como el anfitrión debido a la alternancia que debía tener el torneo, entre América y Europa, pero Francia se adelantó. Las peleas llevaron a los americanos a levantar un complot y negar su participación. Chile, casi mirando desde segunda línea, no fue al tercer mundial pese a que lo esperaban en París. Así, Brasil fue el único sudamericano que participó.