Mi mundo patria

Asombrosa joyita

Por Pedro Labra (crítica publicada el 23 de mayo de 2008)

Uno de los mayores elogios que merece el unipersonal "Mi mundo patria" es que no parece faltarle ni sobrarle nada; cada signo alcanza su proporción justa para lo que busca expresar. Este pequeño gran espectáculo es como un viaje poético, íntimo y sensible por recuerdos e imágenes sobre el desarraigo y el choque cultural, para sugerir al fin y al cabo cuál es el sentido profundo de aquello que no valoramos demasiado hasta que nos hace falta, la patria. Tremendamente estimulante, en verdad.

En una suerte de patio, la única actriz, como en un juego infantil, comparte con ánimo cálido y acogedor los testimonios de vida de tres personajes reales: una niña suiza, hija de francés y polaca; otra chilena, exiliada junto a sus padres en Costa Rica, y un refugiado palestino que llegó a Chile en los años 60. Sus historias nos son contadas en ágiles y fluidas pinceladas, indicios que evocan vivencias, paisajes y sensaciones que el espectador debe ir completando con su propia imaginación.

Hay momentos de emoción y humor, mucha nostalgia por las cosas perdidas y también agudas observaciones acerca de qué -idioma, costumbres, creencias, personas- hace la identidad cultural. El montaje se sirve de variados elementos simbólicos de nítida significación, en tanto que la actriz despliega abundante lenguaje corporal, canta en escena y además toca instrumentos de percusión.

Asombra todavía más que esta joyita sea obra de una debutante, Andrea Giadach, con trayectoria como actriz, que se hizo cargo de la dramaturgia y dirigió con rigor creativo, sensibilidad y estilo admirables. En la ejecución Lorena Ramírez sorprende también por su variedad de recursos.

Elenco:  

Lorena Ramírez.

 

Dirección y Dramaturgia:   Andrea Giadach.

Duración:   60 minutos.

Lugar:   Teatro Lastarria 90, sala 1 (José Victorino Lastarria 90, Santiago).

Funciones:   Del 9 al 14 de enero, a las 20:00 horas.

Precios:   $3.000 general.