Nace una estrella

En 1985 se presentó por primera vez en Viña del Mar el mexicano Luis Miguel. Era apenas un púber de 14 años, pero ya se había instalado como la gran apuesta de su sello. Tanto así, que para que el mexicano actuara en el certamen la compañía ofreció gratis al español Dyango, según reveló recientemente el entonces director del evento, Sergio Riesenberg. En adelante, no hizo falta ofertas de ese tipo. Fue tal el vuelo que su carrera tomó, que volvió como fenómeno en ediciones siguientes. Su última vez en Viña fue en 1994, cuando llegó como el gran precio de esa edición. Tenerlo hoy en la Quinta Vergara es simplemente imposible.