Cada vez que Martin Scorsese anuncia un documental sobre una banda o un artista del ámbito musical, la expectación crece de inmediato. La capacidad del realizador neoyorquino por abrir puertas, conversar con gente "difícil" y finalmente poder hacer retratos auténticos de sus objetos de estudio, se difícil de comparar con otros realizadores que no manejan el mismo nivel de poder de convencimiento que el cineasta ganador del Oscar.

Con este film, Scorsese se embarcó en darle voz al llamado "Beatle silencioso", George Harrison, un músico lleno de mística que le dio carices y colores refrescantes al cuarteto de Liverpool, un hombre soñador y creador, venerado por sus compañeros artistas. Un minucioso Scorsese se da el lujo de reunir una gran cantidad de material inédito que expone en este documental de más de tres horas de duración.