Las primeras imágenes de este documental, bien podrían engañar al espectador haciéndolo pensar que se trata de una cinta de zombies. Pero el que aparece en pantalla es Bobby Liebling, el líder desde los setenta del grupo metalero Pentagram, que con los años, innumerables dosis de drogas y excesos, ha quedado en un estado demacrado, viviendo en el sótano de sus padres.

El documental retrata el momento en que su viejo manager y seguidor le propone reunirse con la banda, una aventura que, más que un simple regreso a los escenarios, se transforma en un desafío para probar que Liebling aún está con vida.