Miércoles 17 de febrero de 2016
¿Se ha preguntado cómo los astrónomos deciden qué telescopios construir, ya sea en el espacio o en tierra? En Estados Unidos, cada una década estos científicos se reúnen para discutir las preguntas que les gustaría responder sobre el universo y luego las clasifican, después de algunas discusiones bastante acaloradas, en función de su importancia. El resultado es una priorización de lo que se hará en los próximos 10 años. Esta lista da a los políticos una base para trabajar a la hora de decidir cómo financiar programas de ciencia de la NASA y el director de la agencia la utiliza para determinar qué naves espaciales se construirán. La última priorización fue publicada en 2010 y en ella aparece en primer lugar el WFIRST o Wide-Field Infrared Telescope. La misma prioridad que tuvo el James Webb Space Telescope (JWST) una década antes.
Actualmente, el JWST está en construcción y su lanzamiento está programado para 2018. Mientras el trabajo avanza, el Congreso de Estados Unidos decidió en diciembre pasado, por medio del presupuesto para 2016, el aporte de 90 millones de dólares para el WFIRST, un monto muy por encima de lo solicitado inicialmente por la NASA (14 millones de dólares), lo que permitió entrar en la "fase de formulación" de la misión durante este febrero.
Si bien el Hubble nos ha asombrado con sus imágenes, el WFIRST lo podrá hacer aún más. Tendrá un campo de visión unas 100 veces mayor que su antecesor, tomará imágenes en la parte visible e infrarroja del espectro electromagnético. Además, estará diseñado como un telescopio de rastreo, lo que se traducirá en que podrá capturar más fotones en menos tiempo que el Hubble, lo que se traducirá en más información sobre el universo.
En cuanto a la ciencia, el programa del WFIRST tiene por objeto abordar las cuestiones esenciales de la astrofísica –el acrónimo WFIRST implica ingeniosamente la búsqueda prioritaria para la ecuación de estado del universo (es decir, el equilibrio cosmológico es igual a la razón entre su presión y su densidad de energía), que se abrevia con la letra w–. Los objetivos científicos incluyen un enfoque múltiple para medir desde la energía oscura, pasando por el descubrimiento y el censo de planetas con masas menores a la de la Tierra, y terminando en la toma de imágenes y espectroscopías de exoplanetas.
Su trabajo será impresionante. Por ejemplo, el instrumento principal –una cámara de campo amplio–, medirá la luz de 380 millones de galaxias a lo largo de su vida útil, la que está prevista que dure seis años. Mientras que el Hubble ha encontrado pocas galaxias que se formaron a sólo 500 millones de años después del Big Bang, esperamos que WFIRST encuentre cientos de ellas y de otros objetos raros. Junto con ello, se pronostica que el nuevo telescopio capturará luz de unos 2.600 exoplanetas, esto porque el instrumento estará dedicado a ello –mejor que los del Hubble y del JWST– lo que permitirá obtener imágenes directas de mundos cubiertos de hielo y de gigantes gaseosos.
El trabajo que comenzó este mes en la División de Astrofísica de la NASA deberá terminar el diseño de la misión, definir los detalles de sus instrumentos, y planificar el lanzamiento en algún momento de la próxima década. Junto con el Hubble y el JWST, el WFIRST conformará un batallón de instrumentos ópticos e infrarrojos necesarios para continuar transformando nuestra visión del universo en la década de 2020. ¡Qué hermoso futuro es el que le espera a nuestros estudiantes!