Cecilia, Cecilia

Cecilia Pantoja llegó a este disco luego de exitosos resultados con los ocho singles que venía publicando desde 1962. Para su debut en largaduración reunió catorce de esos títulos, incluyendo éxitos como “Puré de papas” (un tema originalmente grabado por Bill Haley), “Dilo calladito” (una canción estupenda que había terminado como lado B de “Es la nostalgia”) y “Tango de las rosas”, composición italiana que el director de orquesta Valentín Trujillo adaptó a la voz de Cecilia con un austero acompañamiento de contrabajo, piano y acordeón. Por eso, cuando apareció el primer álbum de Cecilia ya en Chile se hablaba de cecilismo, según cuenta el periodista Cristóbal Peña en su atribulada biografía de la cantante de Tomé (Cecilia, la vida en llamas). El álbum apareció un poco después que el single “Baño de mar a medianoche”, una canción de Domenico Modugno que acaso constituya hoy el título más famoso de su discografía. Al fin Cecilia se siente libre como para gritar y salirse del canon delicado que entonces se les imponía a las cantantes femeninas. Este primer álbum es, en ese sentido, una marca inusual de actitud, en tiempos marcados por la ingenuidad y la sumisión a la convención radial que fortaleció la Nueva Ola.