El derecho de vivir en paz, Víctor Jara.

No existían aún las palabras globalización ni crossover, cuando Víctor Jara se lanza a una avanzada integración de mundos en El derecho de vivir en paz, acaso su disco más conocido y el que mejor resume las infinitas inquietudes de este cantautor, director teatral y actor. La canción del título es un saludo a la resistencia en Vietnam, mientras en "A Cuba" Jara propone un peculiar incentivo turístico de apoyo a la Revolución: "si quieres tomar ron, pero sin Coca-Cola / a Cuba, a Cuba, a Cuba iré". El mundo está convulsionado y -el ya muy viajado- Víctor Jara es un cantautor autorizado para, de pie sobre los Andes, observar al planeta entero. En el intento pasa a llevar bobos fundamentalismos de la izquierda que representa: la guitarra eléctrica y el órgano de Los Blops se escuchan en "El derecho de vivir en paz" y "Abre la ventana (María)", canciones poderosas que confirman que a Jara no le disgusta el rock imperialista, compañero. Por el álbum también se pasean el peruano Celso Garrido-Lecca, el grupo Inti Illimani, Ángel Parra y Patricio Castillo (Quilapayún); colaboradores que explican la vitalidad de un trabajo imaginativo y de timbres diversos, que transmite alegría pese al drama implícito en canciones como "El alma llena de banderas", escrita para un muralista asesinado. Es el sentimiento épico de un ideal popular que aún no sospecha el peligro, inspirado en el sincero humanismo de un artista excepcional, que tiene en este disco una de sus cumbres como compositor: "Plegaria a un labrador" (tema ganador de la primera versión del Festival de la Nueva Canción Chilena, en 1969), una canción con partes iguales de Padrenuestro y marxismo; el sueño por un Hombre Nuevo traducido a una guitarra de palo que se escucha a la vez cercana y solemne.

Año de publicación: 1971.
Canciones destacadas: “El derecho de vivir en paz”, “Plegaria a un labrador”, “Abre la ventana (María)”.
Un dato curioso: La canción “Las casitas del barrio alto” es una adaptación del tema “Little boxes”, popularizado en Estados Unidos por Pete Seeger (de quien Víctor Jara ya había traducido “If I had a hammer”).
¿Se encuentra hoy?: La mejor versión es la que publicó el sello Warner en disco compacto, que mejora el sonido de la edición previa de Alerce.

Audios :
"El derecho de vivir en paz"