Frecuencia Mod, Frecuencia Mod

A fines de los años setenta, nadie con ganas de parecer “pensante” hubiese admitido su gusto por Frecuencia Mod. Pero el tiempo logra cosas inesperadas, y el pop atrevido y muy bien arreglado del trío de las hermanas García vuelve a valorarse en estos días, en los que nadie con ganas de parecer cool deja de reconocer que “Cállate... ya no me mientas”, “Duele duele” y “Yo soy una dama”, son otra cosa que grandes canciones. La música del disco más evasivo de la época, reunió los talentos del arreglador Guillermo Riffo, la técnica del ingeniero Franz Benko (ex Twisters y habitual colaboradora de Los Jaivas) y la composición de gente como Scottie Scott, para un trabajo inspirado en la onda disco en boga, aunque con un rigor de estudio que apuntaba mucho más allá de la pista de baile. Así, se convocó una orquesta completa (ocho violines, tres violas, dos chelos y un ensamble de cuerdas) para acompañar las impecables armonías vocales de las tres jóvenes cantantes, acostumbradas a cinco horas diarias de ensayos. El pop fue al fin un género tomado en serio en este disco que se bailó bajo toque de queda.