Columna
de Amanda Kiran
Planeta Tierra
Viernes 04 de junio de 2003, 09:03
Estamos a varias horas de Chile.
Muchísimas.
Estamos con un clima precioso, y unas vistas privilegiadas. Estamos lejos de nuestro
idioma, de nuestros olores, de nuestra cotidianeidad. Lejos de los seres que amamos,
lo cual no es fácil; lejos del aire contaminado (eso sí hay que
agradecerlo).
Lejos de la comida, de nuestro día a día, lejos de todo. Pero estamos
buscando un destino mejor, luchando por una causa, dejándonos llevar por
las buenas decisiones que tomemos en cada minuto.
Nos están guiando, nos sentimos fuertes, estamos entrenadas, estamos representando
lo mejor que tenemos. Eso es nuestro país.
Nos despertamos cada mañana a las seis, desayunamos y vamos a entrenar.
Corremos, sudamos, recibimos gritos y felicitaciones. No es fácil. Compartimos
de todo juntos. Desde mal genios, hasta millones de sonrisas.
Hay debates, envidias, competencia sana entre unos y otros, todo por
representar lo mejor posible nuestra camiseta roja. Somos mujeres, muchas, de
diferentes edades. Estamos acompañadas por algunos pocos hombres, importantes,
que nos intentan guiar y dar las herramientas indicadas para mejorar. A veces
las tomamos, a veces no, creemos absorberlas lo mejor posible, no siempre es así
de fácil.
Estamos aquí, por alguna razón nos eligieron. No fue al azar. La
primera etapa está por pasar, y ya nos sentimos más cohesionadas.
Vamos a superar un no tan buen 2-4, y nos vamos a desquitar de un pésimo
0-5; es una promesa, lo vamos a hacer, hay segunda vuelta ahora, hay retorno de
estas mismas veintidós piernas de nuevo en la cancha, ni Gales ni Escocia
ni menos Canadá nos van hacer sentir que no hemos mejorado.
Queremos sorprender,
nos creemos superiores, sólo que ahora hay que demostrarlo, para yo luego
poder escribirles contándoles el mejor resultado que les pueda dar, con
lujo de detalles.
Estamos a punto de ser 11 contra 11 otra vez. Creemos que se nos viene algo demasiado
bueno desde mañana. Lo sabemos, está en el aire. Intenté
salir de esta columna, intenté abstraerme de lo que estoy viviendo por
acá, pero no pude, es demasiado bueno, es lo que nos está pasando,
y merece ser contado.
Vamos Chile, vamos que se puede siempre, en todo orden de cosas se puede. Esta
vez lo vamos a demostrar, porque está en nuestras manos. Esta vez es el
turno de las mujeres y nadie lo va a lamentar.
Amanda Kiran