Su presencia en el equipo nunca estuvo exenta
de polémica. Guatón tenía talento, pero su principal
característica no era precisamente usarlo. Eran sus mañas,
sus picardías extrafutbolísticas y, por supuesto, su cuestionado
estado físico. Por eso, la presencia de Guatón en el equipo
era casi imprescindible en una oncena donde la mayoría de los juegos
se definía por situaciones extrañas y fantásticas.
Guatón ponía casi todo el humor de la revista, haciendo
siempre algo de más o siempre algo de menos. Es quizás el
más protagonista de la revista, junto con Pirulete, pero su estrellato
se debía más bien a situaciones bizarras. Pasaba de ser
el villano, como cuando se cambió de equipo para ser la figura
como Pirulete, a ser la estrella, como cuando se convirtió en el
goleador del campeonato en un partido en que ese título lo disputaba
Pirulete con otro rival.
También
fue estrella la vez en que se convirtió en el más flaco
del equipo, cuando el resto de los barrabases comió una torta
que los hizo engordar de manera impresionante. A tanto llegó
su importancia en la historieta que se le dedicó un número
especial donde se cuenta toda su historia, algo que no sucedió
con otros jugadores.
|