Ídolo
de millones. Líder de Nirvana, la banda que a principios de los
noventa desplazó a Michael Jackson de los ranking para dar paso
al nuevo estilo de moda de la época: el grunge.
De
pequeño fue problemático y tuvo una infancia difícil,
además de depresión, alto consumo de drogas para disminuir
sus dolores tanto físicos como espirituales. Las consecuencias:
Kurt terminó solo, su joven cadáver fue hallado tres días
después de su muerte en el garage, producto de un polémico
escopetazo en la cabeza.
Resulta
difícil imaginar que alguien joven, con tanta fama, con una carrera
en ascenso, rodeado de éxito, sobre todo con las féminas,
y con una hija recién nacida, haya podido atentar contra su propia
vida.
El
rubio cantante, de origen irlandés-alemán, nació
el 20 de febrero de 1967 en Hoquiam, un pequeño pueblo cerca
de Seattle. Hijo de un matrimonio de clase media, Donald Cobain era
mecánico y Wendy O´Connor dueña de casa, decidieron
mudarse cuando el pequeño Kurt tenía apenas seis meses
a Aberdeen, paradójicamente uno de los pueblos con la tasa más
alta de suicidios de Estados Unidos.
Tres años después nació su única hermana,
Kim Cobain. De bajo perfil, nunca se ha sabido mucho de ella.
La
infancia de Cobain estuvo marcada por su bronquitis crónica y
por la separación de sus padres, cuando tenía sólo
siete años de edad. Luego de esta ruptura, Kurt partió
a vivir con su padre a un remolque, pero al poco tiempo se fue a la
casa de su madre. Así se fue alternando de hogar una y otra vez,
manteniendo siempre una mala relación con las nuevas parejas
de sus progenitores. Finalmente, decidió ir a vivir con sus tíos.
El
pequeño Cobain era distraído e hiperkinético, tenía
dificultades en la escuela, es por eso que le subministraban fuertes
tranquilizantes, lo que de alguna u otra forma repercutió en
su fatal destino, ya sea por su adicción a las drogas o por sus
aquejados dolores gástricos.
Cuando
cumplió catorce años, su tío le regaló una
guitarra eléctrica de segunda mano y un pequeño amplificador.
Kurt aprendió a tocarla en una escuela de música pero
luego empezó a hacer sus propias variaciones, influenciado por
la música que más le gustaba: el punk.
De
adolescente demostró que tenía talento y por sobre todo
muchas ganas de expresarse; componía canciones tristes y contestatarias
que reflejaban su angustia por la vida.
La
escapatoria
Con
la guitarra, Cobain no sólo encontró una forma de canalizar
su amargura si no que también le permitió relacionarse
con gente y hacer amigos. Fue así que conoció a Kris Novoselic
y Dale Crover y crearon el grupo “Fecal Matter” el embrión
de lo que en 1987 se transformaría en “Nirvana”,
al sumarse Aaron Burckhard a la batería.
En
un principio, la nueva formación sumó varias presentaciones,
sin mucha audiencia en Seattle, cuna del naciente movimiento grunge.
Poco a poco se hacían más conocidos.
Dos
años después, con nuevo baterista (Chad Chaning) y 600
dólares grabaron en apenas tres días su primer disco titulado
“Bleach”, que no tuvo gran impacto en el mercado pero sí
entre los universitarios, lo cual les permitió grabar en 1991
el álbum “Nevermind” junto al que sería el
baterista definitivo, Dave Grohl.
La
canción “Smells
like Teen Spirit” fue todo un éxito y con ella lograron
insertarse definitivamente en la enciclopedia del rock.
Así,
vino la fama y de la mano de ésta las drogas. Además,
como siempre sufría de fuertes dolores gástricos, los
trataba de paliar con heroína, lo que en definitiva fue el camino
que lo llevó a la tumba.
Ese
mismo año (1991), Kurt formalizó su relación con
su novia, Courtney Love, con la que se casó en 1992 y tuvo una
hija llamada Frances Bean Cobain.
Fue durante ese período que Nirvana publicó "Incesticide",
tercer disco del grupo.
Al
poco tiempo, la banda volvió a internarse para grabar "In
Utero", el último disco de estudio de la banda, que salió
al mercado el 13 de septiembre de 1993, uno de los discos más
destacados de la agrupación.
Meses
después, grabaron el álbum MTV Unplugged (desenchufado),
un emblemático concierto acústico en Nueva York, para
la cadena musical estadounidense.
Lamentablemente,
a esa altura Cobain ya estaba demasiado hundido en las drogas, de hecho
había entrado, a petición de su mujer, a un programa de
rehabilitación, pero con la condición de poder fumar cuando
quisiera. Rápidamente desertó. Su dependencia a la heroína
era incontrolable.
Fue en 1994, durante la gira europea de presentación de “In
Utero”, en Italia, cuando Cobain tuvo un llamado de alerta en
relación a su preocupante vínculo con las drogas.
Tres
días después de su última presentación,
Kurt fue ingresado en un hospital de Roma debido a una sobredosis. Oficialmente,
a causa de un accidente, aunque los rumores apuntan a un intento de
suicidio.
La gira se suspendió y Cobain fue enviado de vuelta a Seattle,
donde un mes después, consumaría lo que alguna vez intentó:
quitarse la vida.
Luego
de varios días de desaparecido, el cadáver de Kurt fue
hallado en su casa el 8 de abril de 1994, con la cabeza destrozada por
un disparo de escopeta. La versión oficial habla de suicidio.
Según
la policía, el cadáver de Kurt Cobain estuvo tres días
tirado en el garage, sin que nadie se diera cuenta, ni siquiera su esposa.
Si no fuera por un electricista que entró a la casa y lo descubrió
tirado con un tiro en la cabeza, su cuerpo hubiera quedado tirado por
mucho más tiempo, quizás...
Su familia llevaba días buscándolo, pero curiosamente
no se les ocurrió buscar en la casa que compartía con
su mujer en el barrio Denny-Blaine.
Así fue como el ídolo de prácticamente toda una
generación, murió a los 27 años, en el mejor momento
de su carrera y en total soledad.
Aunque podía ser predecible, por el ritmo de vida de la estrella
de rock, la muerte de Cobain sin duda alguna sorprendió y afectó
tanto a sus fans como a sus más cercanos.
Siete mil fanáticos asistieron a su funeral, para despedir a
su ídolo, a esa altura considerado como un Dios.
Existen muchas teorías sobre la verdadera historia detrás
de la muerte de quien se transformó en un ícono, en una
imagen divina del rock. Hay quienes especulan que no fue capaz de soportar
la presión de la fama ni la depresión que lo agobiaba.
Otros aseguran que es imposible que se haya suicidado porque según
los exámenes de sangre que le hicieron después de su muerte,
el nivel de heroína en su cuerpo era tan alto que en aquel estado
hubiera sido incapaz de tomar una escopeta.
Por eso se dice que murió de sobredosis de heroína y que
alguien le disparó en la cabeza. De ahí que su mujer aparezca
como sospechosa.
Debido a su trágica y prematura muerte, y por su indiscutible
legado, se le ha comparado con músicos legendarios como Jimi
Hendrix y Jim Morrison, que, por coincidencia, murieron a los 27 años
también.
Kurt Cobain dejó un legado que sigue vigente tras casi once años
de su muerte, convirtiéndolo en toda una leyenda.
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