Su verdadero rostro La cara de Cristóbal Colón ha sido motivo de desvelo para los investigadores del descubridor de América. Ello, porque ninguno de los más de 80 retratos que se han hecho puede ser considerado auténtico, dado que el navegante nunca fue pintado en vida. Tuvieron que pasar veinte años después del descubrimiento del nuevo mundo para que los artistas se interesaran en retratar su imagen, luego que la corona española valorara la hazaña del almirante. De acuerdo con la descripción que hace su hijo Fernando en "Historia de la vida y los hechos de Cristóbal Colón, "el almirante fue un hombre bien formado y de estatura más que mediana, de rostro alargado, mejillas un tanto subidas, ni grueso ni delgado. Tenía la nariz aquilina y los ojos claros, la tez blanca y teñida por vivos colores. En su juventud tenía los cabellos rubios, pero al llegar a los 30 años encaneció por completo". Cristóbal Colón, siglo XIX, Joaquín Domínguez. Monasterio de La RábidaGonzalo Fernández de Oviedo, por su parte, señala que se trataba de un "hombre de buena estatura e aspecto, más alto que mediano, e de recios miembros; los ojos vivos, las otras partes del rostro de buena proporción; el cabello muy bermejo, e la cara algo encendida o pecoso".Según el historiador Valentín Calderera, experto en iconografía colombina, el retrato más antiguo de Colón que se conoce en España es el que se encuentra en la Biblioteca Nacional. La pintura sobre tabla muestra a un hombre envejecido y cubierto en pieles. En tanto, el historiador Ángel Luis López sostiene que la tabla conservada en el Museo Lázaro Galdiano, de Madrid, es la obra más antigua y auténtica del descubridor. Conocida como La Virgen de Colón, muestra a una madonna sentada con el niño Jesús en brazos que es saludada por un caballero arrodillado a sus pies. Fuentes:500 Años del Descubrimiento de América, publicación de El Mercurio, 1992.