GNL

Ante las restricciones del gas natural que viene desde Argentina, y la gran cantidad de inversiones que realizó la industria chilena —especialmente la eléctrica— sobre la base de este combustible, el Gobierno está impulsando un proyecto para traer gas desde otros países, en forma licuada.

La iniciativa tendría un costo de US$300 millones, y consiste en la importación de gas por la vía marítima, que incluye la construcción de un terminal de regasificación —que devuelva el hidrocarburo licuado a su estado original—y una central de ciclo combinado, que deberían estar listas a fines de 2005.

La Empresa Nacional de Petróleo (ENAP) es la encargada de llevar adelante el proyecto. La institución escogería a las empresas abastecedoras a través de una licitación, que se abriría el 2 de mayo de 2005. Ya han mostrado interés por vender gas países como Indonesia, Rusia, Australia, Perú, Argelia y Malasia.

En términos de precios, un millón de BTU —la unidad de medida del gas, equivalente a 27 metros cúbicos aprox— debería fluctuar entre 3,2 y 4,5 dólares, versus los 11,5 dólares que cuesta el diésel usando la misma unidad.

En Chile, ya hay compradores interesados. De hecho, Enap establecería una alianza con Endesa Chile y Metrogas para llevar adelante el proyecto GNL, comprometiendo una demanda indefinida, y así el negocio se hace viable. Es lo que se ha llamado el “pool de consumidores” de gas natural licuado.

Y también hay proyectos concretos. Endesa, por ejemplo, tiene un proyecto de un plazo de 4 años para iniciar las actividades de la central San Isidro II, a base de GNL exclusivamente, sin gas argentino. La Central Candelaria, de Colbún, que por el momento está funcionando con diésel, fue diseñada para trabajar también a base de GNL.

Rusia, Australia, Indonesia, Perú, Argelia y Malasia, son los potenciales candidatos a participar en la licitación que convocará Enap el próximo año, los cuales ya han concretado contactos con la petrolera estatal.

A juicio del director ejecutivo de Electroconsultores, Francisco Aguirre, el proyecto de Gas Natural Licuado adolece de una serie de falencias entre las que destaca que de resolverse la crisis energética en Argentina, el proyecto de GNL fracasaría, debido a que ya no serie necesario contar con esta fuente energética.

“Además el precio al cual el gobierno pretende comprar el gas es de US$4-4,5 por millón de BTU (Unidades Térmicas Británicas), es un precio bastante más a lo que se comercializa realmente en el mercado que asciende a US$6-7 por millón de BTU. Entonces los especialistas nos preguntamos, si efectivamente se conseguirán contratos por el precio que el gobierno estima como rentable”, concluye Aguirre.