Raúl
Alcaíno
“Yo
distribuiría la píldora del día después”
Los
Conquistadores con Los Hidalgos, pleno barrio Pedro Valdivia Norte.
Pareciera no ser casual la esquina que eligió Raúl Alcaíno
para levantar el vanguardista edificio que alberga las empresas que
creó junto a su socio Álvaro Fisher.
Hidalguía
ha mostrado frente a su contrincante Jorge Schaulsohn -promete una campaña
sin ataques personales- y la secuela de conquistador de audiencias con
sus 10 años en televisión será una ayuda para enfrentar
una batalla inédita en su vida: la alcaldía de Santiago.
Y es que
entiende que esta vocación política es "prima hermana
de la TV". Una vocación algo tardía, considerando
que a los 50 años recorrerá por primera vez un camino
que ya hizo su bisabuelo Eduardo Carrasco, alcalde de Santiago; su abuelo
Abraham Alcaíno Fernández, ministro de Obras Públicas
de Juan Antonio Ríos, y su padre Raúl, alcalde de San
Miguel.
-¿Le
molesta que le identifiquen como el candidato de Lavín?
-Sí, soy el candidato de Lavín, asiente. Lavín
va a votar por mí y me apoya.
-¿Y
se siente su delfín?
-No, para nada.
¿Cómo
se define políticamente?
-Independiente, tan cercano de RN como del PPD, como de la UDI como
de la DC. También de los radicales. Yo creo en las libertades
individuales, en el sistema de premios y castigos, creo en la libre
competencia. No creo en el voluntarismo. Eso me hace estar más
cerca de los partidos de la Alianza que de los otros.
-¿Cuáles
son sus diferencias con Lavín?
-Hay una diferencia sustantiva en que él es precandidato y lo
más probable que sea candidato a la presidencia. Yo no.
-¿Y
en términos religiosos, por ejemplo?
-Bueno, él es miembro del Opus Dei, yo no. Soy católico
a duras penas, como el gran promedio de los chilenos.
-Creyente,
no agnóstico.
-Cada día más agnóstico.
-¿Por
qué?
-Porque la religión católica lo aleja a uno.
-No
le parece bien la actuación del cardenal Errázuriz en
el rechazo a la distribución de la píldora del día
después.
-Yo no tengo problemas de objeciones de conciencia con el tema de la
píldora del día después.
-¿Distribuiría
la píldora en los consultorios?
-Sí. Me parece que es una libertad privativa de las mujeres que
están viviendo muchas veces un calvario y tienen todo el derecho
a tener acceso a la píldora del día después.
-¿Está
hablando de las mujeres violadas solamente?
-Con los métodos anticonceptivos yo no tengo problemas.
-¿Y
los condones los distribuiría en los consultorios?
-Sí.
-¿Cree
que el aborto es un tema que se pueda abordar…?
-No rotundo. Yo soy contrario al aborto, pero sí apoyo el aborto
terapéutico, que se ha practicado siempre en este país
cuando está en riesgo la vida de la madre.
-¿Cree
que la actitud del cardenal impone conductas?
-No, creo que todo el mundo está en su derecho de plantear su
posición. El cardenal es el jefe de la Iglesia Católica
y la Iglesia Católica tiene una posición y el cardenal
la ha expresado en forma nítida, clara y está en todo
su derecho a hacerlo y es bueno que lo haga. Eso debiera obligar a los
católicos y no al resto de la gente.
-Como
candidato y posible alcalde arriesga situaciones que pueden afectar
su vida personal. ¿Las asume?
-Hay un riesgo, pero hay que asumirlo, de otra manera no hago nada.
Yo soy una persona común y corriente, tengo un tejado común
que no es de vidrio, que tiene la mayoría de las personas que
no son delincuentes, que no son pedófilos, que no tienen desviaciones
de ningún tipo. Hemos sido aplicados en minutos, flojos en otros.
Se nos ha pasado la mano con el copete... sí. Que cuando joven
probaste un pito de marihuana, sí.
-¿Probó
la marihuana?
-Sí, claro. Pero soy malo para esas cosas; como no fumo y he
sido siempre muy deportista, me atoraba y, además, los pitos
de marihuana tienen una cosa muy comunitario que a mí me da un
poquitito de asco.
Un
asunto de vocación
¿Qué
pasó con su vocación política, es tardía?
-Sí. Los genes son una cosa, la circunstancia es otra y llegué
a un momento en mi vida que dije: éste es el minuto de salir
de la trinchera, de complicarme la vida, porque no es fácil.
-En
TV no le gustaba lo farandulero y no se sentía cómodo
en el medio. Ahora como candidato tampoco se siente cómodo.
-Es verdad.
-¿Por
qué en cada desafío que emprende aparece como tan a contrapelo?
-Me siento cómodo en mi casa sentado viendo el partido de Colo
Colo con la U., pero la vida es más que eso, hay que salir a
pelearle a la vida todos los días. Con energía. Si te
vas a dejar llevar por la comodidad y por tu satisfacción de
corto plazo, entonces no haces nada.
-Se
lo pregunto en el sentido que le gusta meterse en lugares en los cuales
no está de acuerdo con las reglas.
-Bueno, no me gustan mucho las reglas en general y la política
tiene sus códigos y las campañas tienen sus códigos
y sus obligaciones que no me llaman particularmente la atención,
pero hay que hacerlas.
-A
Schaulsohn y a usted los eligieron a dedo. Ambos debutan con una visita
al Mercado. ¿Cómo va a marcar la diferencia frente a un
político tradicional?
-En la campaña me voy a guiar por lo que saben los expertos en
campañas políticas. Yo no sé nada de este tema,
entonces fui a hacer un testeo por consejo de Joaquín Lavín,
con las cámaras Polaroid al mercado, y voy a hacer el puerta
a puerta tal como lo recomiendan mis asesores, que tienen varias campañas
en el cuerpo. La campaña va a ser absolutamente tradicional y
yo me voy a ir by the book, no quiero ni improvisar ni inventar la rueda.
-Uno
de los argumentos de la gente que aparece en política es patear
en el suelo con los políticos, porque se da gratis, porque las
encuestas lo dicen. ¿Usted cree en el sistema tradicional de
política?
-Entiendo que la gente tiene preocupaciones y se queda de por vida.
Se han repetido las mismas caras tanto en la Alianza como en la Concertación
y es un sistema que uno tiende a criticar. Sin embargo, cuando uno mira
a Argentina, Perú o Bolivia, uno dice: puchas, no está
tan malo este sistema y lo podemos mejorar.
-Al
ser alcalde uno gana poder e influencia, que se hereda después
del cargo. ¿Le interesa esa influencia para después como
empresario?
-No. Nunca me han ayudado las influencias ni mis apariciones en la TV
en mi vida laboral y espero que no se mezclen las cosas.
-Por
último, ¿qué rating espera para el 31 de octubre,
60 puntos como Lavín?
-Con 50 más uno, me conformo.
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