
Los sueños
Para Freud el sueño era otra fuente de análisis. No se trataba de una actividad mental confusa sino que de otro proceso inconsciente que, al ser analizado, podía revelar significados calves para entender la psiquis del paciente.
La histeria
El término proviene de la palabra griega hysteron que significa útero. Por eso se consideraba la histeria como una enfermedad del útero y, por consiguiente, de la mujer. Se suponía que los síntomas histéricos se manifestaban como una enfermedad orgánica aunque la causa real era un trastorno psicológico. Aunque esta teoría fue clave durante los primeros años de investigación de Freud, actualmente está asociación ya se ha descartado porque no existe relación alguna con el órgano ni es exclusivo de las mujeres.
Desarrollo sexual infantil
Esta teoría establece que el deseo de los niños se va concentrando en diferentes áreas de su cuerpo según su crecimiento. Al momento que un niño no logra superar una de esas etapas psicosexuales esto puede causar algún trastorno en su personalidad de adulto. Las diferentes etapas son: oral (los primeros seis meses del lactante), anal (la fuente principal de placer y conflicto potencial son las de defecar), fálica (de los tres a los cinco años. Durante esta etapa el niño comienza a identificarse con su padre-madre), período de latencia (se desarrollan fuerzas psíquicas que inhiben el impulso sexual y reducen su dirección. Freud no lo consideraba una etapa ya que no surgía nada dramáticamente nuevo) y etapa genital (surge en la en la adolescencia cuando maduran los órganos genitales).
El inconsciente
Este término connota todo aquel contenido psíquico que no está presente en la conciencia del aquí y ahora. Son informaciones, datos y hechos reprimidos pero que intentan volver a la conciencia disfrazados de conductas, reacciones y hábitos que no tengas directa relación con lo reprimido. El psicoanálisis busca llegar a este contenido para poder comprender la psiquis y accionar del paciente.
La hipnosis
Se trata de un estado de ensoñación y relajación mental durante el cual uno se deja de comunicar con el entorno al desconectarse los sentidos (olfato, oído, gusto, tacto y visión). Es una herramienta clave durante el psicoanálisis ya que logra que el paciente verbalice contenido psíquico que retiene en el inconsciente.
Asociación libre
Este método aplicado durante la terapia consiste en que el paciente se exprese libremente y verbalice sin discriminación todos lo que le cruza la mente.
Los mecanismos de defensa
Son diferentes reacciones inconscientes que adopta el ser humano para reprimir o desviar trastornos y conflictos psíquicos. Según Freud está la llamada “represión” que consiste en suprimir de la conciencia elementos que son dolorosos o conflictivos para la persona.
En los sueños por su parte se da la llamada “condensación”, que implica que se presenten varios fragmentos los cuales, sin embargo, tiene algo en común; y el “desplazamiento”, que es cuando algunos elementos de poca importancia cobran intensidad y viceversa.
La teoría de la transferencia
Inicialmente se relacionaba al lazo íntimo que se genera entre el paciente y el terapeuta. Mientras que el primero proyecta en su analista su mundo psíquico el segundo logra neutralizar este mecanismo sometiéndose él mismo a un psicoanálisis. La transferencia, sin embargo, también se produce en el día a día con la gente que nos rodea, especialmente con las que se tiene vínculos de intimidad. Eso significa que el mundo interno y las experiencias infantiles claves interfieren en las experiencias y relaciones del presente. Esto conlleva a que se pueden producir distorsiones de la realidad según ese mundo interno de cada uno.
El Yo, Ello y Súperyo
Estas clasificaciones de la personalidad son quizás uno de los conceptos primordiales de la teoría freudiana. El “ello” es todo lo que se hereda. Son los impulsos, necesidades y deseos básicos y son, según Freud, el motor del pensamiento y el comportamiento humano. El “superyó” por su parte es justo lo contrario al “ello” al representar la moral y ética. Por un lado está la conciencia (autoevaluación, la crítica y el reproche) y el ideal del yo (autoimagen). El “yo”, finalmente, evoluciona a partir del ello y actúa como un intermediario entre éste y el mundo externo.
El complejo de Edipo
Es la atracción sexual que siente el niño hacia su madre. El concepto desarrollado por Sigmund Freud quién, basándose en el mito griego de Edipo, estableció que se da alrededor de los 3 años de edad del niño durante la etapa genital (ver más arriba).
El complejo de Electra
Mediante este término propuesto por el médico psiquiatra Carl Jung, colaborador de Freud y pionero de la psicología profunda, se denominaba el fenómeno femenino del complejo de Edipo. Es decir, la atracción de la niña hacia la figura del padre.
|