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La
Casa Errázuriz
Aunque Le Corbusier creó dos proyectos para realizar
en Chile, el taller para el arquitecto Roberto Dávila
Carson y la casa Errázuriz, éste último
es el más conocido, puesto que el atelier que diseñó
para su amigo Dávila, fue una obra más bien
utópica –y desconocida- situada sobre la techumbre
de la casa que éste tenía en calle Catedral,
de la cual sólo hay bocetos.
La historia de la casa Errázuriz comienza en 1929.
Y aunque no se tiene certeza absoluta, Christiane Crasemann,
autora de uno de los artículos más completos
que existen sobre esta casa, publicado por la Universidad
Católica, elabora dos hipótesis sobre la génesis
del proyecto.
La primera de sus hipótesis propone que Matías
Errázuriz Ortúzar, destacado diplomático
y posterior embajador chileno en Argentina, conocido como
hombre progresista, amante de las artes y las vanguardias,
fue presentado a Le Corbusier en París por Eugenia
Huici de Errázuriz, casada con un pariente de Matías
y amiga del poeta suizo Blaise Cendrars, muy cercano a Le
Corbusier y en especial, a América Latina.
La segunda teoría toma como pretexto el viaje de
Le Corbusier a Uruguay, Brasil y Argentina, donde dicta
diez conferencias en Buenos Aires. La autora propone que
fue en el país trasandino donde son presentados por
Victoria Ocampo, quien organizó el viaje del destacado
arquitecto a Buenos Aires en la época en que Matías
Errázuriz se desempeñaba como diplomático.
Perteneciente a la aristocracia argentina, Victoria Ocampo
estaba vinculada con los círculos intelectuales,
económicos y políticos de su país.
Matías Errázuriz era un vivo amante de la
cultura y las artes, por lo que –dicen- perfectamente
pudo ser ella el nexo entre ambos.
Emplazada en Zapallar
Le Corbusier dibujó a comienzos de los años
30 la casa de veraneo de este aristócrata chileno,
que según los deseos originales de Errázuriz
estaba proyectada para ser emplazada en Zapallar.
En ese entonces Zapallar no era lo que es ahora. Recién
a comienzos de 1910 se había desligado administrativamente
de la Ligua y su construcción como balneario comenzaba
tímidamente con un grupo de emprendedores, entre
los que se contaba Errázuriz, Enrique Concha, Carlos
Aldunate y Carlos Ossandón, entre otros.
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