Cuarto
día: 19 de diciembre
Lectura
(Lucas
1, 39-45)
''En
esos días María se fue de prisa a un pueblo que estaba
en la sierra de Judea, y entró en la casa de Zacarías
y saludó a Isabel.
Cuando Isabel oyó su saludo, la criatura se movió
en su vientre, y ella fue llena del Espíritu Santo. Entonces
con voz muy fuerte dijo: -Dios te ha bendecido más que a
todas las mujeres, y ha ben decido a tu hijo. ¿Quién
soy yo, para que venga a visitarme la
madre de mi Señor?, Pues tan pronto como oí tu saludo,
mi: hijo se movió de alegría en mi vientre.
Feliz tú que: creíste, porque se va a cumplir lo que
el Señor ha dicho.
Reflexión
María, en espera de su hijo, no se encierra en su casa, sino
que sale a preocuparse de Isabel. Pensemos y comentemos en familia
quién necesitará de nuestra ayuda en este momento
y cómo podemos dársela. (Por ejemplo: una familia
necesitada a
quién conocemos o que sin conocerla sabemos su
necesidad.
Oración
1. Te damos gracias Señor porque nos has dado capacidad para
amar y posibilidad de entregarlo al que lo necesita.
Todos:
Gracias Señor.
2.
Te pedimos Señor que abras nuestro corazón para ser
capaces de ver la necesidad de otros. Roguemos al Señor.
Todos:
Escúchanos Señor te rogamos.
3. Te pedimos Señor que nos hagas generosos para ser capaces
de desprendernos de algo nuestro para darlo a otros (un juguete,
algo de ropa, alimento, dinero, etc.) Roguemos al Señor.
Todos:
Escúchanos Señor te rogamos.
Canto
'Plegaria
de San Francisco
Haz de mi un instrumento de tu paz
que donde hay odio ponga yo amor
donde hay
ofensa ponga yo perdón
donde hay discordia ponga yo unión.
Donde
hay duda ponga yo la fe
Donde hay error ponga yo verdad.
donde hay tristeza ponga yo alegria
donde hay tinieblas ponga yo tu luz.
Coro:
Oh
Maestro.
que no me preocupe tanto
de ser consolado sino de consolar
de ser comprendido sino de comprender
de ser amado sino de amar
Haz
de mi un instrumento de tu paz
porque dando siempre se recibe
perdonando
se alcanza el perdón
muriendo se va a la vida eterna.
|