..::: CASO ROSWELL :::..

 

El 8 de julio de 1947 el subteniente Walter Haut redactó, por orden de sus superiores, una nota informativa que ocuparía la portada del periódico local, el Roswell Daily Record. El titular, a cuatro columnas, es muy elocuente: Las Fuerzas Aéreas capturan un Platillo Volante en un Rancho de Roswell. vv

Hay que hacer notar que, por aquel entonces, la materia OVNI no era confidencial, apenas habían transcurrido diez días desde la primera observación. También sabemos que los restos de aquel incidente fueron llevados a la base aérea de Fort Worth, en Texas, donde se efectuaron los primeros análisis y donde, también, se fotografiaron. Algunas de estas instantáneas fueron publicadas más tarde, con los objetos procedentes del supuesto OVNI en las manos del Teniente Jesse Marcel, responsable de la recuperación que logró distinguir, incluso, algunos símbolos en su estructura. En concreto en una suerte de pequeñas vigas de metal, como demostración de la versión facilitada por el mando para acallar las preguntas de los ciudadanos: El objeto estrellado era un globo meteorológico. Y con esta versión se cerró el caso hasta que, ya a finales de los setenta, varios investigadores como Charles Berlitz o William Moore o, incluso, el físico nuclear Stanton Friedman reabrirían el sumario y hallarían nuevos testimonios. Hasta aquí los datos verificables. A partir de ahora la historia se complica.

LA INVESTIGACIÓN OFICIAL
Desgraciadamente el tiempo transcurrido, los intereses relacionados con el asunto y la labor intoxicadora del gobierno -que es un hecho objetivo- no ayudan a dar luz a la cuestión fundamental que es: ¿Se estrelló o no un OVNI en julio de 1947 en el desierto de Roswell?. El diputado por Alburquerque, Steven Schiff, llevó a cabo, en enero de 1994 una petición oficial al GAO (General Accounting Office) en busca de documentos que clarificaran si el ejército intervino en la recuperación de los restos de un platillo volante.

Transcurridos algunos meses la Fuerza Aérea dio a conocer un polémico Informe, redactado por el director del Programa Especial de Seguridad Oversight, el Coronel Richard L. Weaver en el que reconocía la intervención del ejército y la recuperación de restos. Pero Weaver descartó, punto por punto, las diferentes hipótesis formuladas con el paso de los años, incluidas los platillos volantes y los ingenios tecnológicos, hasta reducir la cuestión a un experimento secreto. Éste, conocido con la clave de Proyecto Mogul, pretendía demostrar las teorías de Maurice Ewing. El físico creía que era posible escuchar el sonido de las explosiones nucleares en la atmósfera a miles de kilómetros, de igual modo que sucede en el agua de los océanos. Para ello dotó a los Globos Mogul de micrófonos sensibles e instrumental técnico y fletaron varios vuelos. El más cercano a las fechas del incidente fue el 4 de julio.

"Seis hombres que trabajaban en el proyecto Mogul -declaró Pflock- recuerdan, entre otras cosas, una cinta con extrañas marcas usada para reforzar los múltiples blancos de radar que componían la mayor parte de los dispositivos Mogul". ¿Eran los símbolos que distinguió Marcel en los objetos que recuperó? Siendo así: ¿Qué podía tener de extraño un globo para que un veterano militar no lo reconociera?


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