El Teatro Municipal, perteneciente a la Ilustre Municipalidad de Santiago, es una de las joyas de Santiago y de Chile desde el punto de vista estético arquitectónico.

Fue inaugurado el 17 de septiembre de 1857, con la ópera "Ernani" de Giuseppe Verdi, que interpretó una compañía operática italiana, traída especialmente para ese evento. Posteriormente, el decreto por el cual se acordó su creación y ubicación, en el antiguo solar que ocupaba la Universidad de San Felipe, en la calle Agustinas con San Antonio, fue firmado por el Ministerio del Interior durante la presidencia de don Manuel Montt, el 7 de enero de 1853.

"La publicación de este decreto produjo hondo regocijo en la población. Al fin la capital de la República iba a contar con un teatro donde pudiese admirarse el genio de un Verdi, un Bellini, un Rossini y otras lumbreras de la ópera italiana", escribe Alfonso Cahan Brenner en su libro "Pequeña biografía de un Gran Teatro".

Fueron el arquitecto Francisco Braunet des Baines y el ingeniero civil Augusto Charme, ayudados por Charles Garnier
(constructor de la Ópera de París y del Casino de Montecarlo),  los encargados de realizar y terminar este proyecto arquitectónico.

En cuanto a su estructura, el edificio tenía los mismos muros que el actual, la sala con forma de medio círculo y el cielo raso se apoyaba en la arquería curva. Al centro, imponente hasta hoy, la gran lámpara con lágrimas anchas de cristal, con una capacidad para 1.800 personas y las ubicaciones se dividían en plateas, palcos y galerías.

Mientras se construía este primer teatro oficial, comenzó a edificarse también el “Teatro Variedades” que se ubicaba en la calle Huérfanos y ya se encontraba funcionando el Teatro de la República, en la calle Puente.

Cahan, en su libro, escribía que a medida que se acercaba la fecha de la inauguración cundía el extraordinario interés del público, de ahí que las mujeres se preparaban para lucir su gracia y sus joyas, y las modistas hacían el gran negocio del año.

Una vez funcionando, el Teatro Municipal se transformó en el punto de reunión del mundo elegante, de todos los aficionados al arte lírico y de los buenos espectáculos.

"Puede decirse que a partir de 1860, por la calidad de los artistas y conjuntos que venían al Teatro Municipal (…) es que ya se hablaba en Europa de que en Santiago de Chile había un teatro de gran categoría y que los artistas famosos que llegasen a actuar en su escenario, no saldrían defraudados ni social, ni artísticamente hablando".

Trece años después de su inauguración, el 8 de diciembre de 1870, el Teatro Municipal de Santiago fue destruido casi completamente por un incendio que se declaró durante un concierto de la célebre soprano
Carlotta Patti.

El arquitecto Luciano Henault fue el encargado de realizar las obras de reconstrucción, manteniendo el estilo neoclásico de Brunet des Baines. Reconstruido según los planos antiguos y conservando, en líneas generales, su primitiva prestancia y estructura, fue nuevamente inaugurado el 16 de julio de 1873 con otra ópera de Verdi: "La Forza del Destino".

"La noche del 16 de julio fue noche de fiesta para la capital. En todos los hogares se comentaba que el espectáculo iba a ser maravilloso (…) Gritos de caballeros, desmayos de señoras y fáciles escamoteos de pungas y rateros, formaron parte como un anticipo, del espectáculo (…).

Sólo pasaron 33 años para que el Teatro, en el año 1906, fuera afectado por un terremoto, el que destruyó el foyer y la sala principal. Esta vez fue el arquitecto Emilio Doyere, francés residente en Santiago, el encargado de la reparación.

La sala se reconstruyó mejorando su elegancia, destacando la escala imperial que ocupaba gran parte del espacio en el ingreso principal del edificio, y que conducía al segundo piso, donde actualmente está la Sala Claudio Arrau.

"Actuar en el Teatro Municipal de Santiago de Chile, dijo hace muchos años el famoso barítono Carlos Galeffi, es un galardón en la carrera de un artista; equivale a una consagración".

Uno de los acontecimientos líricos de trascendencia en la vida artística de la época del Teatro lo constituyó la venida en 1911 del celebre compositor italiano Pietro Mascagni, encabezando una compañía compuesta de 193 personas.

Pero los desastres continuaron. El 27 de mayo de 1924, otro incendio provocó graves daños en el escenario y recintos laterales. Con su restauración, se amplió el escenario, el foyer se modificó en 1924 para ampliar la entrada y su actual apariencia la tiene desde 1952.

"Durante la presidencia del General don Carlos Ibáñez del Campo se da un gran impulso a la modernización de la sala. Se contratan los servicios de la  firma industrial alemana A.E.G. para renovar completamente la maquinaria escénica".

Actualmente también se realizan conciertos en la Sala Capilla y Sala Claudio Arrau, esta última con capacidad para 250 espectadores y que fue inaugurada personalmente por el insigne pianista chileno en su visita de mayo de 1984; anteriormente se llamaba Salón Filarmónico.

El telón actual data de 1995. Fue confeccionado en Alemania, en parte financiado con el aporte de los abonados y el público en general.

El 09 de agosto de 1974, por decreto N°808, el Teatro Municipal de Santiago fue declarado "Monumento Nacional".