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Nota sobre la discapacidad
(continuación)

La mayoría de los edificios públicos no tienen accesos y si los tienen son por puertas laterales. Otros como el congreso tienen acceso sólo a algunos lugares pero si un discapacitado llegara a ser Senador no podría ejercer su cargo en la sala por problemas arquitectónicos.

Por ejemplo, si estuviéramos en una silla de ruedas no podríamos acceder al Palacios de Justicia, a edificios públicos, a ministerios, a empresas privadas, restaurantes, cines, teatros, centros de compra, colegios y universidades.

Nos daríamos cuenta que es una lista interminable de barreras que no nos permitiría estudiar adecuadamente, mucho menos acceder a lugares de capacitación o estudios superiores, y aún menos a nuestro lugar de trabajo.

Los discapacitados terminan, en su mayoría, por convertirse en personas dependientes de la caridad, sin sustento económico propio o con pensiones de invalidez que poco aportan para conseguir una integración efectiva del individuo en la sociedad.




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