Conquista el mundo
Junto
con esa habilidad precoz e innata que demostró en
las pistas, Valentino fue desarrollando una personalidad
avasalladora e irreverente, haciendo sentir a todos, y sin
tapujos, que era superior. El chico se divertía corriendo.
Cuenta el mito que el mismo Rossi decidió bautizarse
como "Il Dottore" (El Doctor) luego de ver en
la guía de teléfonos que muchos otros Rossi
en Italia tenían como profesión la medicina.
Además se encargó personalmente del diseño
de su motocicleta, la cual llenaba de imágenes alusivas
a su grandeza como piloto.
El italiano también se caracterizó por cumplir
una serie de rituales previos a la disputa de un Gran Premio.
En los pits Valentino se arrodilla junto a su moto y toma
con su mano uno de sus pedales. En ese minuto le conversa,
se comunica con ella, como él mismo lo ha explicado.
Para Rossi la motocicleta es mucho más que un vehículo,
es la mitad de su vida, la mitad de lo que ha logrado.
Otra de las cábalas la cumple en la vuelta de calentamiento.
En la última curva antes de ubicarse en la grilla
de largada, Rossi se yergue sobre la moto y se acomoda el
traje que usa para correr a la altura de trasero. Sí,
tal como si le molestara o picara algo...
Aunque suena divertido, tanta superstición sin duda
le ha ayudado. Desde que debutó en el campeonato
mundial de motociclismo de velocidad, en 1996, el italiano
confirmó todas las promesas juveniles. Ese año
terminó 11°, pero obtuvo su primer GP en la República
Checa.
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