FRÁNCFORT.- Volkswagen registró ganancias por encima de lo esperado en el tercer trimestre del año, capeando una tormenta de menores ventas de automóviles, mayores gastos y nuevas reglas para combatir la contaminación que afectaron las ganancias de sus rivales Daimler y BMW.
Los fabricantes de automóviles de todo el mundo están luchando por aumentar las inversiones en vehículos eléctricos y de conducción automática, mientras asumen grandes gastos para revisar los motores de combustión y cumplir con estándares de emisiones más estrictos.
Con un ojo puesto en los costos, VW también señaló que está abierto a alianzas en los sectores de baterías y conducción autónoma, incluso con rivales especializados como Waymo.
La ganancia operativa ajustada alcanzó 3.510 millones de euros (4.000 millones de dólares) en los tres meses hasta fines de septiembre, lo que equivale a un descenso del 18,6%, pero superó los 3.210 millones de euros previstos en un sondeo de Reuters.
Las acciones de VW aumentaron más de un 4 por ciento, ya que los ahorros en los costos ayudaron a compensar la caída en las ventas de vehículos. Las débiles ventas en Audi y la marca principal VW, causadas por las dificultades para adaptar la gama de modelos de la automotriz a las nuevas normas antipolución, y los problemas de calidad en Bentley, también fueron compensadas parcialmente por mayores ganancias en Porsche.
"VW tuvo un trimestre sólido a pesar (de las complicaciones) del sector y las interrupciones autoinfligidas", dijeron analistas de Evercore ISI.
VW ha luchado para adaptarse al procedimiento de prueba de vehículos ligeros armonizado a nivel mundial, conocido como WLTP, que entró en vigencia el mes pasado, lo que generó una disminución del 3,6% en sus entregas del trimestre, ya que algunos modelos de autos no estaban listos para la venta.
La automotriz alemana ha estado en el centro de un escándalo desde que admitió haber manipulado los resultados de las pruebas de emisiones de sus modelos diésel hace tres años, lo que le ha costado más de 27.000 millones de euros y por lo cual se han reescrito las normas para tratar de forzar a las automotrices a fabricar vehículos más limpios.