El fabricante de vehículos Nissan está preocupado por el impacto que tendrán los vehículos eléctricos en el medio ambiente y en ese contexto inició un programa para definir cómo se pueden aprovechar las baterías usadas de los coches cero emisiones y alargar su vida útil en otras funciones.
Esta acción toma sentido si se considera un estudio de la firma sueca de coches eléctricos Polestar, el que estableció que los vehículos cero emisiones recién se vuelven “más ecológicos” que los con motor convencional a partir de los 50 mil kilómetros recorridos, debido principalmente al alto costo que implica producir su batería, incluso cuando se habla de emisiones de carbono.
No obstante, para Nissan ese gasto puede compensarse incluso después que las pilas han dejado de usarse en los coches y antes de que sean desmanteladas para reciclar sus materiales.
Para avanzar en esa línea, el fabricante japonés se asoció con la empresa 4R Energy para potenciar el proceso de reciclaje de estas celdas de poder.
Una vez que estas baterías sean recepcionadas, serán clasificadas en una escala que va de la A a C, ya que, a juicio de Nissan, muchas de ellas se encuentran en buen estado y pueden incluso volver a usarse en un vehículo eléctrico. Estas pilas de energía entra en la clasificación A.
Un puesto más abajo están las baterías de grado B, las que si bien no están en condiciones para ser reinstaladas en un vehículo, como en pequeños montacargas o para el almacenamiento de energía.
Finalmente las baterías de grado C pueden ser destinadas para habilitar pequeños sistemas de respaldo energético que se activan en caso de un apagón, ofreciendo la autonomía suficiente para enfrentar dichos episodios.
Bajo este esquema, a juicio de Nissan, incluso los vehículos eléctricos que ya se acercan al final de su vida útil pueden mantener un precio razonable en el mercado dependiendo del estado de su celda de poder, lo que sin duda sería mejor que simplemente obtener un valor de desecho.
Por lo pronto, se informó que la empresa 4R Energy se ha instalado en la isla artificial de Yumeshima, frente a la costa de Osaka, donde está utilizando las baterías de iones de litio de 16 vehículos eléctricos para hacer frente a las fluctuaciones de energía y almacenar la energía recolectada por una granja solar.
El fabricante nipón acaba de presentar el Nissan Leaf10, modelo que llega para conmemorar una década desde que salió al mercado el primer ejemplar del cero emisiones y de ahí la preocupación por las baterías que van quedando en desuso, mismo camino tomado por otros fabricantes como Volkswagen que también avanza en un plan de reciclaje.