El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se está preparando para firmar una orden ejecutiva para
revisar las cadenas de suministro del país para baterías de gran capacidad y semiconductores que alimentan automóviles, teléfonos, equipos militares y otros bienes.
Estados Unidos se ha vuelto cada vez más dependiente de las importaciones de estos productos que sirven para, entre otras cosas, fabricar autos. Esta dependencia, según explica la prensa internacional, podría generar un posible riesgo económico e incluso de seguridad nacional que la administración Biden
espera abordar con la revisión planificada de 100 días y la posibilidad de una mayor producción nacional.Sin embargo, Biden también buscará trabajar con socios internacionales para garantizar una cadena de suministro estable y confiable.
Cabe recordar que la falta de semicondutores ha afectado a distintos fabricantes de autos en Estados Unidos los que incluso han debido detener sus producciones durante algunos días, lo que genera nuevos problemas para la industria que ya el año pasado
enfrentó complejidades debido a la pandemia del coronavirus. Así, por ejemplo, la escasez ha obligado a Ford Motor Co. a cancelar turnos en dos plantas que desarrollan la camioneta pickup F-150, el vehículo más vendido en el país.
Además de Ford, Stellantis (antes Fiat Chrysler), General Motors, Toyota y Honda han tenido que reducir la producción.De hecho, algunas empresas están construyendo vehículos sin chips de computadora, que controlan motores, frenos, transmisiones y otras tareas, para que puedan instalarse una vez que haya más semiconductores disponibles.
La escasez de chips le ha costado a la industria automotriz mundial la
producción de alrededor de un millón de vehículos, según IHS Markit. La firma de análisis espera que la crisis de los chips toque fondo hacia fines de marzo, con suministros limitados en el tercer trimestre.
Es por eso que los funcionarios de la administración de Biden se han reunido con los fabricantes de automóviles y están hablando con sus homólogos extranjeros sobre cómo aumentar los suministros en el corto plazo.
Pero no existe una fórmula mágica para solucionar de inmediato la falta de semiconductores para las empresas de automóviles, dijo un funcionario del gobierno.
De ahí que Biden está tratando de ser proactivo con las revisiones, para que puedan fortalecer las cadenas de suministro y evitar que surjan desafíos adicionales. En ese contexto aumentar la producción nacional de estos componentes asoma como una de las alternativas.