Hace unos días el fabricante de vehículos Volvo anunció que sus futuros modelos eléctricos no usarán pieles de animales en sus tapizados y que el cuero será reemplazado por materiales sintéticos de alta calidad elaborados de fuentes biológicas y el reciclado. En esa línea, la marca checa Skoda quiere ir un paso más allá y anunció que trabaja en el desarrollo de un tapiz para sus futuros ejemplares y que se elabora sobre la base de pulpa de remolacha.
El proyecto, indicaron, está bien encaminado y a la fecha se tramita la patente del nuevo material que fue creado en una colaboración realizada entre los ingenieros de la automotriz y expertos de la Universidad Técnica de Liberec.
Los profesionales lograron crear un material que fue definido como “sostenible y ecológico” en base a pulpa de remolacha. La idea es que este material pueda ser usado en el tapiz de todos sus futuros modelos.
Gracias a un proceso especial para teñir la pulpa de la remolacha azucarera se pueden crear todo tipo de diseños para el interior de los coches, aseguraron.
La materia prima, indicaron, se produce en la ciudad checa de Dobrovice, no muy lejos de su sede en Mladá Boleslav, lo que también permitirá evitar las largas cadenas de suministro y se optimiza la huella de CO2.
De forma paralela, los expertos del centro universitario y los especialistas de la automotriz también exploran el empleo de otro material basado en la especie de planta de caña miscanthus (fibra de planta de caña).
La idea, es que ambos productos se usen en el interior de los nuevos modelos de Skoda en áreas como los revestimientos de las puertas y las incrustaciones decorativas del salpicadero.
Las fibras de miscanthus pueden ser procesadas sin necesidad de recursos adicionales, aseguraron desde Skoda, lo que reduce la necesidad de materias primas producidas industrialmente.
El fabricante de autos checo está poniendo a prueba la viabilidad de estos materiales en un Skoda Octavia especialmente creado para ello.
Los paneles de las puertas y los pilares del vehículo están acabados con tejido a base de miscanthus, y en los paneles de las puertas y el salpicadero se utilizan virutas de remolacha.