La conducción autónoma ha generado una carrera tecnológica equivalente a la de los autos eléctricos. Las figuras de la industria pequeñas y grandes han buscado posicionarse como un referente en el mercado automotriz, donde las limitaciones son marcadas por la ley y la infraestructura.
A la fecha, el viejo continente no solo intenta convertirse en un territorio libre de emisiones, sino que también una región donde haya un lugar para el tránsito de vehículos autónomos. Por ello, este próximo verano en el hemisferio norte, Europa dará luz verde a la normativa que permite la circulación de autos autónomos de nivel 3 puedan usar libremente las vías de zona.
La modificación en la ley de tránsito podría concretarse finalmente el 14 de julio de este año, lo que significaría una fecha histórica para el mercado automotor. Para alcanzar este hito, han pasado años de muchas negociaciones y estudios, se necesitaron cambios en varias enmiendas de la Convención de Viena, pero ahora está a punto de ser una realidad.
El artículo 34-bis de la reglamentación sobre la circulación en Europa contemplará la capacidad del auto para poder circular de forma autónoma, siempre y cuando se cumplan con los reglamentos técnicos nacionales establecidos en cada reglamento de circulación.
Lo anterior significa que este cambio en la reglamentación tendrá que ser acompañada de adaptaciones en el código de circulación dentro de cada país miembro adscrito a la Convención de Viena. Hay ciertos problemas legales que requerirán de una actualización para incluir los vehículos autónomos de nivel 3 que están recogidos en la normativa UNECE R157. Cada país tiene la potestad de adaptar la norma a sus circunstancias particulares y eso supondrá un retraso hasta que la normativa esté en activo.
Vale recordar que existen cinco niveles de conducción autónoma. Actualmente, la gran mayoría de los autos nuevos disponen de tecnologías de nivel 2 con una automatización parcial. El nivel 3 se considera una automatización condicionada. Aunque el vehículo sea capaz de operar de forma autónoma, tomando decisiones como el cambio de carril, frenadas de emergencia o preparaciones para colisiones, pero aquí el factor humano no desaparece, siendo clave para dar soporte al sistema de ser necesario.
En tanto, en algunas zonas de Europa ya se ha aprobado el tránsito de vehículos con altos grados de autonomía. En el caso de la casa automotriz Mercedes Benz, ya cuenta con un permiso que le permite circular por Alemania con su programa Drive Pilot. Casi la totalidad de la red de carreteras del viejo continente no permite que un auto autónomo circule de forma libre, pero eso cambiará este próximo verano.
