El Gobierno japonés anunció una inversión inicial de unos 480 millones de euros (70.000 millones de yenes) para la fabricación local de semiconductores a través de una nueva empresa participada por importantes firmas nacionales encabezadas por Toyota, Sony o Softbank.
El Ministerio de Economía, Comercio e Industria (METI) publicó hoy los detalles sobre un nuevo plan estratégico que pretende convertir a Japón en uno de los puntos neurálgicos de fabricación de chips junto a Estados Unidos, China, Corea del Sur y Taiwán.
Con el aumento de la competitividad del sector a nivel global, Japón busca abrirse un hueco en la producción de chips de nueva generación a través de Rapidus, una nueva empresa constituida en un principio por ocho firmas niponas, entre las que destacan las automotrices Toyota y Mitsubishi, quienes se suman a Kioxia, Sony, Softbank, Denso, NEC y NTT.
La escasez mundial de semiconductores ha tenido un fuerte impacto en distintos sectores productivos. De hecho, Toyota debió reconocer hace unas semanas que no será capaz de cumplir con su objetivo de producción de vehículos proyectado este año fiscal debido precisamente a que debió detener en reiteradas oportunidades su producción por la falta de piezas.
"Esperamos que este movimiento contribuya a aumentar la competitividad de los semiconductores nacionales", dijo el portavoz gubernamental japonés, Hirokazu Matsuno, tras confirmarse el plan, que horas antes habían filtrado los medios locales.
"La de los semiconductores es una tecnología clave para promover la digitalización y la descarbonización. Atrae una gran innovación en cualquier sector, como el de la inteligencia artificial (IA), y al mismo tiempo constituye una tecnología esencial en el futuro", añadió Matsuno en una rueda de prensa.