Nadie se esperaba lo que ocurriría al final.
Pantallazo.
SANTIAGO.- Se dice que las definiciones a penales son una lotería. Y esta vez la suerte estuvo de parte del lanzador, que terminó celebrando a costa del portero rival.
Sucedió en una liga de Asia que aún no se ha podido determinar de qué país. En un lanzamiento el golero de un equipo dispara y su tiro estremece el horizontal.
El meta rival sale celebrando raudamente ya que con ese error ganan la serie. Mientras que el que falló se lamenta y tapa la cara.
Sin embargo, todo cambia cuando la pelota comienza a bajar. Nadie se esperaba que diera un bote e ingresara. Gol, legal. El árbitro lo valida.