Marco Trungelliti ha vivido un tiempo difícil.
AP
La vida de Marco Trungelliti cambió drásticamente en febrero pasado. El tenista argentino (205° de la ATP) habló sobre cómo lo intentaron sobornar para arreglar un partido en 2015. La acusación, entre otras cosas, terminó con tres argentinos sancionados. Todo ha sido difícil desde esa fecha. Se quejó de que lo dejaron solo tras la denuncia, de que lo traban de soplón. Tuvo que dejar de jugar un tiempo, ha padecido estrés y lesiones. "Me usaron y después me tiraron en el medio del mar", dijo en su momento. Ahora sumó un nuevo problema.
Al deportista de 29 años le hackearon su cuenta de instagram y aparecieron inquietantes imágenes. En una de ellas se ve dos personas disfrazadas de conejos y portando armas de fuego y explosivos. En otra, se lee el mensaje "The End".
Tras ver lo que había sucedido, Trungelliti y su esposa se acercaron a la policía de Andorra, donde viven desde diciembre pasado, para presentar la denuncia.
El tenista, además, reclamó en el Servicio de Ayuda de Instagram y la cuenta fue suspendida. Todas las fotos fueron eliminadas, aunque la foto de perfil sigue sin ser la de Trungelliti.
El trasandino viene de competir en el US Open. Su actuación en la pista no fue para recordar. Tras superar la qualy, se retiró por molestias en la espalda en la primera ronda cuando perdía 6-1 y 6-4 con el japonés Kei Nishikori. Sin embargo, volvió a hacer una declaración de principios.
"Prefiero estar muerto 20 mil veces antes que estar de parte de alguna manera de todos esos actos de corrupción. Si no se dicen las cosas, si no nos paramos y terminamos de aceptar que esto está lleno de corrupción y que a estas cosas se las ataca para poder mejorar, será todo un desastre", expresó.
