Nicolás Massú lo vivía como si estuviera en la cancha. Pero el que estaba ahí peleando el título más importante de su carrera era su pupilo: Dominic Thiem. Y el tres del mundo no falló.
Fue duro, pero
el austriaco dio vida a una heroica remontada y le ganó la final del US Open a Alexander Zverev (7°) en cinco sets. De la mano del chileno conquista por primera vez un Grand Slam. Tremendo.
Fueron cuatro horas y cinco minutos de una verdadera batalla para llevarse la victoria por 2-6, 4-6, 6-4, 6-3 y 7-6. Hubo que remar contra la corriente.
Thiem perdió los dos primeros sets y parecía perdido. Sin embargo, no bajó los brazos y con el constante aliento de Massú dio vida a una tremenda remontada.
Ganó el tercer y cuarto sets obligando a que todo se fuera a la quinta manga. Ahí hubo dos quiebres por el lado y al final todo se tuvo que definir en el tie break.
Fue de infarto, suspenso, el ex medallista olímpico estaba al borde del colapso en la tribuna, pero al final vendría el grito de desahogo y el austriaco se llevaría la victoria y el mayor trofeo de su carrera.
Thiem conquista el US Open y por primera vez gana un Grand Slam. Mejor aún, lo hace bajo la tutela de Massú. Notable, digno de aplausos.
