Marcelo Bielsa ha revolucionado al Leeds. Consiguió un histórico ascenso después de 16 años y hoy da pelea en la Premier League. En la última fecha consiguió un meritorio empate contra el Manchester City.
Andrea Radrizzani es el dueño del club de Yorkshire. Lo compró en 2017 y de la mano del rosarino pudo cumplir su promesa de devolverlo a la elite.
"Marcelo ha establecido un método de trabajo que coincide exactamente con mis ideales y valores: honestidad, integridad y disciplina. Esto se traduce en el campo de juego en el compromiso de los jugadores. Más allá de las diferencias en los presupuestos, nuestro espíritu nos permite enfrentar cara a cara a estos grandes clubes", declaró en entrevista con La Nación de Argentina.
El empresario italiano afirmó que "todo lo que dice Marcelo tiene sentido" y contó cómo lo conoció.
"En nuestra primera reunión en Buenos Aires, lo primero que hizo fue mostrarme el campo de entrenamiento del equipo, con sugerencias sobre qué debíamos cambiar. Habló de la piscina, de las salas de descanso y de la pista de atletismo. Además, conocía a todos los jugadores. Me impresionó el nivel de detalle", afirmó.
En la relación entre ambos ha habido más de alguna diferencia de opinión y un notorio cortocircuito. El obsesivo Bielsa fue descubierto espiando la práctica del Derby Country y reconoció que hacía lo mismo con todos los equipos del Championship en una conferencia de prensa que Radrizanni calificó de "innecesaria".
"Era importante aclararle a Marcelo que el Leeds está por encima de todo y que ciertas decisiones deben ser consultadas con el club. Hoy todo está olvidado y es apenas un bonito recuerdo de nuestras dificultades en la Championship", comentó el milanés.
El Leeds, pese a no tener el presupuesto de los colosos de Inglaterra, tiene un proyecto ambicioso. Lo primero es mantener la categoría y poco a poco ir luchando por entrar a competencias internacionales.
"No tengo dudas de que Marcelo es la persona adecuada para dirigir al Leeds. Me gustaría continuar el ciclo con él, pero tampoco soy ingenuo. Por un lado, Marcelo es muy exigente. Para mí, eso no es un problema y tampoco lo es para los jugadores, que aceptan su cultura de trabajo y ven los beneficios. Por otro lado, Marcelo ya no es joven. Tiene 65 años y a menudo su familia se encuentra en Argentina. Entonces no sé si quiere quedarse y por cuánto tiempo. Lo analizamos todos los años y lo decidimos juntos. Obviamente, nuestra preferencia es que siga. Si eso no es posible, seguro que tendremos otras opciones en mente", sentenció.
