Cruzeiro es uno de los grandes de Sudamérica. El cuadro de Belo Horizonte ha ganado dos veces la Copa Libertadores y fue escogido como el mejor equipo brasilero del siglo XX por la Federación Internacional de Historia y Estadística.
Sin embargo, hoy esos días de gloria parecen muy lejanos. El equipo descendió a segunda división por primera vez en su historia el año pasado y actualmente es penúltimo en la Serie B, con serio riesgo de caer a tercera. Ante este difícil escenario, la dirigencia recurrió a la contratación del prestigioso Luiz Felipe Scolari, que en el verano rechazó a Colo Colo.
El escenario actual se explica, en buena medida, por una fuerte crisis económica. La FIFA sancionó este 2020 al Cruzeiro quitándole seis puntos debido a una deuda de 850 mil euros con el club Al-Wahda de Emiratos Árabes Unidos por el préstamo de Denilson en 2016.
El club, además, no puede fichar jugadores, ya que fue demandado por el Zorya de Ucrania por un dinero adeudado desde 2014 por el traspaso del delantero Willian. Todavía no hay solución para este asunto.
Los problemas se arrastran desde el 2019. La policía detuvo a varios dirigentes "por supuestas transacciones irregulares y lavado de dinero". Entre los arrestados estuvieron el presidente y el vicepresidente. La operación conocida como "Primer Tiempo" también incluyó un allanamiento a la sede de "La Mafia Azul", barra del club, y a centros de entrenamiento.
"Las autoridades sospechan, tras analizar las cuentas referentes a 2018, de la existencia de pagos superfacturados o por los que no se prestó ningún servicio a cambio.Todo ello con unas deudas que se estiman en unos 500 millones de reales (unos 120 millones de dólares)", informó la agencia EFE.
La cúpula directiva se dividió y lanzó acusaciones mutuas. El equipo cambió tres veces de técnico y su último partido de 2019 terminó en una batalla campal con la policía.
En 2020 la situación no ha sido distinta. Este viernes la policía de Minas Gerais creó una nueva investigación por los crímenes cometidos. A eso se suman sueldos impagos y apenas cinco triunfos. El presidente Jair Bolsonaro le mandó su apoyo al club.
"El fútbol del Cruzeiro es un verdadero desastre. Lo que sucede en el campo no es más que el reflejo del departamento de fútbol. Los cambios no dejan de ocurrir, y lo peor es que los resultados no aparecen. La impresión es que nada cambia para mejor con las decisiones de quién está allí. Deivid es el director. Las buenas ideas y las buenas intenciones no valen nada si no expresan resultados en la práctica", criticó el medio Globo Esporte en una dura editorial.
A Luiz Felipe Scolari, campeón del mundo con Brasil y que llevaba más de un año sin trabajar, se le viene un desafío histórico. Con el nombre no se gana más.
"No hay nada a lo que aferrarse para creer en un despegue que terminará con el acceso. El elenco sólo es mejor que el de los otros en el papel y en el presupuesto de la nómina. Incluso si un entrenador viene a ordenar la casa, es poco probable que el cambio sea tan abrupto", cerró Globo Esporte.
