Fue una noche para la historia. Russell Westbrook rompió una marca que databa de hace 47 años en la NBA. Consiguió su 182° triple doble (doble dígito en tres apartados estadísticos) y superó la marca del legendario Oscar Robertson, que por mucho tiempo pareció infranqueable.
La carrera del actual base de Washington ha sido rutilante. Fue el jugador más valioso de la temporada regular en 2017 y nueve veces All-Star. Sin embargo,en Estados Unidos genera críticas. Se le acusa de individualismo, de egoísmo desmedido.
En los pasillos de las arenas de la NBA desde hace años corre un rumor. Las grandes figuras no querrían jugar con él.
En Oklahoma formó una tridente explosivo con Kevin Durant y James Harden. Juntos llegaron a una final y hablaban de hermandad, pero Durant se fue a Golden State y Harden a Houston.
Westbrook se quedó y los aficionados lo levantaron como un emblema de la lealtad. Luego se sumaron Paul George y Carmelo Anthony al Thunder, pero el proyecto fracasó estruendosamente. Varios compañeros reconocieron que tenían que correrse a un lado para dejarle el camino a "Russ" y que él sumara rebotes para la estadística. "Hay veces que tengo ganas de empujarlo para que no tome los rebotes", dijo irónicamente Anthony en esa época.
George partió a los Clippers y Westbrook recibió una feroz crítica de Randy Williams, embajador de la marca de Kevin Durant.
"Nadie quiere jugar con Russ. Cuando llegan las derrotas de los Thunder todo el mundo se culpa a sí mismo menos él. La gente mezcla mal baloncesto con lealtad. Para Russ todo es Russ. Él está más preocupado de las estadísticas que de jugar al baloncesto para ganar. La gente puede decir lo que quiera, pero los dueños y los managers de la NBA saben la realidad sobre Russell y su estilo de juego, así que los fans pueden decir lo que quieran", comentó.
"Oklahoma tendrá que traspasar a Russ y él tendrá que ser mejor jugador y compañero. Puede mantener esa intensidad y con competitividad, pero tiene que asumir la realidad. Nadie quiere jugar con él", agregó.
Tras un breve paso por Houston, en donde volvió a coincidir con Harden, recaló en Washington. Ya no todas las jugadas son diseñadas para él. Aún así sus números siguen siendo impresionantes.
Westbrook rompió el récord de Robertson con 100 partidos menos y jugando 12,7 posesiones menos que los equipos de "Big O".
Esta será, además, la cuarta temporada de su carrera en que terminará promediando un triple doble. Robertson solo lo consiguió una vez. Ha hecho crecer a Washington y ha formado un muy buen dúo con Bradley Beal. "Soy el mejor hacedor de juego de la liga", lanzó.
Hace poco, algunos reconocidos comentarios de televisión lo cuestionaron por no tener un título. La respuesta fue contundente: "Una cosa que no voy a permitir más es que la gente cree narrativas y suelte constantemente mierda sin ninguna razón sobre mí cada noche. Uso mi plataforma para ser capaz de ayudar a gente alrededor del mundo. Nadie me puede quitar eso. Un campeonato no cambiará mi vida. Soy feliz. Ya fui campeón el día que entré en la NBA. Crecí en las calles. Soy un campeón. No necesito ser campeón de la NBA".
