Argentina va por la gloria en la Copa América. Enfrentará en la final al local, y gran favorito, Brasil. Para Lionel Messi podría ser su última oportunidad. La "Pulga" lo ha ganado todo menos un título con la selección adulta de su país.
Messi ha jugado un gran torneo y ha sido decisivo para su equipo. Los números hablan por sí solos.
Es el máximo goleador y el máximo asistidor de esta Copa América. De los once goles que anotó Argentina, él participó directamente en nueve. Hizo cuatro y asistió en cinco. En los otros dos, además, estuvo en la gestación de la jugada.
"En los seis partidos el equipo vivió del aporte del Nº 10. Difícil saber qué habría ocurrido con la Argentina si a Messi le hubiera tocado uno de esos encuentros en los que cae en una laguna o se desentiende por un largo rato de las acciones. En el pasado se encuentran ejemplos de ese tipo, que invariablemente desembocaron en frustraciones colectivas y objetivos no encontrados", publicó el diario La Nación.
Pero Messi también ha mostrado una "versión guerrera". Cuando la "Albiceleste" la pasa mal, aparece para cuidar la pelota y permitir que el equipo tome aire. Ese aporte le ha valido varias patadas. Le pasó con Uruguay y en la semifinal con Colombia. Frank Fabra le dejó el tobillo ensangrentado tras un terrible planchazo.
El diario trasandino se preguntó: "¿Este es el mejor Messi de todos los tiempos?".
"El Messi de Scaloni no es igual al que disfrutaron Sabella y Martino. El que antes definía las jugadas en los últimos metros hoy reparte más el juego. El que antes compartía cartel con los Mascherano, los Higuaín, los Lavezzi y los Romero hoy, con 34 años, es el líder y sostén de una generación que lo apuntala y acompaña. El que antes se iba de los partidos (y volvía) ahora corre y presiona y grita y ordena hasta en el tiempo de descuento", escribió.
La "Pulga" ha declarado estar disfrutando este momento. En su carrera, ha disputado tres finales de Copa América y las perdió todas. Dos de ellas con Chile. Luego de la derrota en 2016, presentó su renuncia al seleccionado. "No se me da", dijo amargamente.
Este sábado tendrá enfrente al Brasil de Neymar, un cuadro que al menos en Sudamérica parece imbatible. El escenario es el mítico Maracaná, donde a Messi se le escapó la Copa del Mundo 2014 frente a los alemanes.
"Feliz de jugar una final más. Estoy más ilusionado que nunca porque siempre digo que lo que más quiero es ganar algo en la selección. Va a ser durísimo porque lo que son Neymar individualmente y Brasil como grupo. Es el último campeón, pero nosotros estamos muy ilusionados y con muchas ganas", expresó. Va por su redención.
