El legendario tenista Boris Becker está en la cárcel. Fue sentenciado a dos año y medio de prisión por fraude financiero.
Todavía no cumple un mes en la cárcel de Wandsworth, Reino Unido, y ya no aguanta el encierro. Una fuente cercana a la familia habló con el medio The Sun y reveló cómo es la nueva vida del alemán.
En un par días, Becker presionó varias veces el botón de emergencia que tienen las celdas. "Esto no es servicio de habitaciones", le habrían respondido.
La principal queja sería el poco espacio con el que cuenta. Según lo publicado por The Sun, pidió que dejaran abierta las rejas para estar más cómodo, generando la molestia de los guardias.
El ex número uno del mundo fue trasladado a un nuevo bloque, uno más "amigable", según un ex recluso.
"Tiene una supervisión más relajada. Los presos tienen más oportunidades de salir de sus celdas, por ejemplo, para trabajar, educarse, hacer deporte y socializar", comentó.
Becker, además, da clases de inglés a sus compañeros. Esa actividad es bien vista y podría ayudarlo cuando pida la libertad condicional.