Héctor Aravena, El Mercurio
SANTIAGO.- La compañía de alimentos Carozzi se impuso en la Corte Suprema en el denominado litigio de la champaña, el cual duró más dos años, luego de que el Comité Interprofessionnel du Vin se opusiera a que la compañía liderada por Gonzalo Bofill inscribiera a unos de sus productos como "Costa Galletas Champaña".
El ente encargado de defender la marcha "champagne" en todo el orbe, sostuvo que ésta tiene una "denominación de origen reconocida por Chile y que es famosa a nivel mundial".
Según informa este miércoles "La Segunda", en el primer round entre ambos oponentes, el Instituto de Propiedad Industrial (Inapi) rechazó la solicitud de Carozzi. No obstante, en una segunda instancia el Tribunal de Propiedad Industrial le concedió la autorización.
"Esto gatilló que el comité francés recurriera de casación a la Corte Suprema que ahora definió el caso", explicó la abogada del estudio del defensor de la compañía chilena, María José Arancibia.
El veredicto de la Segunda Sala de la Corte dice que "es posible la coexistencia pacífica en el mercado de ambas marcas sin que ello dé lugar a error, engaño o confusión a los consumidores".
Si bien la resolución no fue bien recibida por los franceses que interpusieron un recurso de reposición, el máximo tribunal reafirmó su decisión de respaldo a Carozzi, que ahora podrá usar libremente su marca de galletas.
El Comité Interprofessionnel du Vin es una entidad internacional creada por el Parlamento francés para administrar los intereses comunes de los viticultores y comerciantes del vino de champagne. Una de sus misiones principales es proteger la marca.
