SANTIAGO.- Desde que asumió como ministro de Hacienda, Felipe Larraín ha planteado reiteradamente un claro objetivo de la cartera y del Gobierno: "Recuperar la clasificación de riesgo de Chile". Sin embargo, y a un año de que Fitch Ratings y Standard & Poor's bajaran la nota crediticia del país, la agencia Moody's sorprendió este jueves y golpeó las expectativas económicas.
Argumentando que "la posición fiscal de Chile se ha deteriorado persistentemente en los últimos años y la fortaleza del balance del gobierno ya no es lo suficientemente sólida para compensar los aspectos débiles de su perfil crediticio", la agencia degradó de la nota
Aa3 a la A1 la clasificación del país.
Pese a que la entidad financiera había cambiado su perspectiva de "estable" a "negativa" en agosto del año pasado, los expertos coinciden en que el anuncio de ayer "sorprendió al mundo económico". Sin embargo, advierten que, en el fondo, "era esperable".
Para la economista Cecilia Cifuentes, "es una mala noticia, pero la verdad es que no sorprende". Es más. Califica la rebaja como "razonable" considerando que "las condiciones que hicieron que cambiaran su perspectiva a 'negativa' no han cambiado en forma radical".
En ese sentido, explica: "El deterioro fiscal que tuvo Chile no es sólo un tema cíclico y que se pueda resolver en forma fácil, sino que tiene que ver con un deterioro más permanente. De hecho, el comunicado lo reconoce: a lo mejor el Gobierno va a lograr detener el deterioro, pero va a ser difícil revertirlo y eso es algo que estaba bastante claro".
Y reitera: "Esto no fue que tuvimos un periodo bajo de crecimiento y que por eso nos endeudamos más, no. Fue que la economía, de forma permanente, está creciendo menos y eso se vio en conjunto con el aumento del tamaño del Estado".
De todas formas, para la directora del ESE Business School de la Universidad de Los Andes "la clasificación sigue siendo buena, pero sigue siendo válido también el desafío que se planteó el Gobierno de ojalá revertir esto, y lograr que suba, pero eso exige un esfuerzo fiscal que todavía no se ve tan claro".
"Es un golpe para el ministro de Hacienda y para el Gobierno, pero es un golpe injusto, porque la agencia podría haber evaluado la situación con el impulso fiscal proyectado para 2019. Ahí es donde se verá de verdad cuál es la trayectoria fiscal que el Presidente quiere comprometer"
Tomás Flores, economista
Por su parte, para el gerente general de Gemines, Tomás Izquierdo, la decisión de Moody's se puede definir como "un llamado de atención, una advertencia para nuestras autoridades".
Lo anterior, "en el sentido de que la tarea nunca termina, que las expectativas que se generaron respecto de las reformas institucionales que corrigieran los errores del Gobierno anterior no se están cumpliendo".
En dicho punto, el economista apunta directamente al trabajo que ha impulsado el Gobierno en estos cuatro meses y advierte "lentitud" en la tramitación de proyectos en materia tributaria, medioambiental, laboral: "Este Gobierno está retrasado frente a las expectativas que generó con reformas estructurales pro-crecimiento y ahí tienen que ponerse las pilas, y el llamado principalmente es para el ministro de Hacienda".
Una rebaja de nota "injusta"
Luego de que Moody's publicara su decisión respecto a la clasificación de riesgo de Chile, el ministro Larraín no tardó en enviar un comunicado. En él, reconoció que la recuperación de la nota se trata de un "trabajo de largo aliento", pero también advirtió: "Estamos pagando las consecuencias del deterioro fiscal y bajo crecimiento de los últimos cuatro años".
En ese sentido, Tomás Flores, ex subsecretario de Economía, considera que "las otras agencias hicieron sus rebajas en el tiempo adecuado", pero "esta clasificadora en particular lo hizo en una temporalidad inadecuada porque no lo hizo el año pasado, donde era evidente el desequilibrio fiscal, y lo hace ahora sin conocer todavía la proyección 2019".
Algo similar a lo que advierte Izquierdo, quien considera que "nos están pasando una cuenta atrasada de lo que fue el Gobierno anterior".
Por ello, y consultado Flores por si considera que se trata de un "golpe" para el Gobierno, el economista sostiene: "Sí, es un golpe, pero un golpe injusto. Creo que Moody's podría haber esperado el proyecto de Presupuesto 2019".
Lo anterior, "porque en este año ya se terminó de tramitar el decreto de recorte fiscal, pero en el proyecto de ley 2019 es donde se podrá manifestar el impulso fiscal para este Gobierno, porque en el fondo ahora se está administrando la Ley de Presupuesto de Eyzaguirre".
El impacto para los chilenos
Para aterrizar el impacto que esta rebaja podría significar para los chilenos, Cifuentes explica que "a lo mejor el chileno corriente no lo percibe, pero el impacto es que tiene un país más riesgoso".
Lo anterior, "quiere decir que el Gobierno se endeuda a tasas más altas y éste es un gobierno que tiene déficit. Por lo tanto, si tiene que estar pagando deuda a tasas más altas tienes que destinar más recursos al pago de intereses y menos a beneficios sociales".
"Es importante que (Larraín) se ponga las pilas en agilizar sus propuestas (...) No basta con el cambio de marca, aquí hay que actuar con consecuencia, el Gobierno está quedando hasta ahora al debe"
Tomás Izquierdo, economista y gerente general de Gemines
Y el segundo impacto, detalla, "es que de alguna manera afecta también todas las tasas de interés del mercado, esto es muy marginal, pero sumado es un efecto no menor".
"Los créditos hipotecarios y todo lo que es el perfil de tasas de interés de la economía, de alguna manera se ajusta a lo que es el riesgo soberano. Se puede ver lejano, pero en la práctica tiene implicancias bastante directas".