Esta temporada estival se esperaba retomar las cifras prepandemia en el rubro del turismo. La Subsecretaría del Turismo proyectaba 29.948.414 viajes frecuentes con pernoctación, es decir, un 26,6% más que en el mismo periodo de 2022.
Sin embargo, a días de cerrar la temporada alta el sector del turismo advierte que en algunas zonas del país no se ha evidenciado la reactivación económica esperada, y las razones son diversas.
Norte
Reconocidos destinos turísticos del norte del país no han repuntado los niveles de ocupación.
Alberto Pirola, presidente de Hoteleros Chile, sostuvo a Emol que Valle del Elqui, San Pedro y Arica, han disminuido fuertemente el turismo.
Según él, esto se debe a que "la liberación de la homologación de las vacunas se llevó a cabo en octubre, lo que es tarde debido a que es un mercado muy apetecido por el viajero que viene de Europa y todos los viajes que vienen de larga distancia programan sus viajes con seis meses de anticipación. Cuando nos liberaron la gente ya había coordinado y programado sus viajes".
Por su parte, Silvio Zerega, director ejecutivo de la Corporación Museo del Salitre, que administra la Oficina Salitrera Humberstone en la Región de Tarapacá, dijo a El Mercurio, que "comparando antes de la pandemia, con ahora, hay casi un 40% de las visitas. Ha bajado mucho en comparación a un año normal".
Mientras en los sectores costeros de la Región de Coquimbo ha presentado una realidad distinta tras una favorable temporada de verano potenciada por los turistas argentinos.
"La conurbación La Serena-Coquimbo ha estado prácticamente al 100%; los establecimientos hoteleros y el promedio a nivel regional, sumando Limarí y Choapa, sobre el 80%, principalmente en balnearios de la costa", describió Laura Cerda, presidenta de la Cámara de turismo regional, al mismo medio.
Centro
La zona central se ha destacado por una ocupación hotelera en torno al 65% y 70%, lugares en Viña del Mar, Colchagua y Pichilemu han destacado durante esta temporada estival.
"Estamos viendo una mejora un crecimiento permanente en los últimos seis meses", indicó el presidente de Hoteleros Chile.
Por otro lado, señaló que en Santiago la realidad en las ocupaciones está más bajo de lo estimado por el Gobierno. Según Pirola cerrará alrededor del 50% y 59%.
A este escenario se suma el retorno del Festival de Viña, que luego de dos años suspendido, vuelve a convocar a turistas entorno al magno evento musical.
Sobre esto, el presidente de la Asociación Chilena de Gastronomía en Chile (Achiga), Máximo Picallo, dijo que "el Festival de Viña normalmente es el broche de oro que cierra la temporada turística de la región de Valparaíso, sobre todo para Valparaíso y Viña del Mar que son ciudades que reciben muchos turistas".
En esa línea, espera "que vuelva a traer nuevamente turismo, que ojalá se siga consolidando como los festivales más importantes a nivel latinoamericano y, por supuesto, que ahí están puestas muchas de las esperanzas del cierre de una temporada que ha sido más normal que las últimas dos".
Mientras que la presidenta de la Federación Nacional de Turismo, Helen Kouyoumdjian indicó que "en la zona central, enero estuvo marcado por el regreso de los turistas argentinos, especialmente a la región de Valparaíso. En febrero, la costa central ha tenido un desempeño aceptable en términos de turismo interno, ya que es el mes donde preferentemente los chilenos se toman vacaciones".
Sur
Una situación muy distinta se ha registrado en el sur del país, ya que los incendios forestales que están afectado las regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía han debilitado el turismo de la zona y también, los lugares cercanos.
La temporada partió con muy buenos niveles de ocupación hotelera, entre el 60% y 70%. Sin embargo, el fuego que consumió bosques y poblados cambió el escenario.
Si bien, aún se está trabajando en un catastro de la afectación, la subsecretaria del Turismo, Verónica Kunze, indicó que "en promedio está en el orden de un 60% y 70%. Hay casos en un 100% y otros un poco más abajo y la idea es tomar el pulso de esta afectación".
Por su parte, Alberto Pirola sostuvo que no solo las zonas dañadas por el fuego fueron afectadas, si no que también los alrededores y las localidades más distantes. "Por ejemplo, la zona de Villarica y Pucón que se vieron afectadas por las cancelaciones de reservas que estas llegaron a cerca del 30%", indicó.
Frente a este escenario, el Gobierno está barajando una serie de medidas para ir en ayuda del rubro del turismo.
En esa línea, la subsecretaria del Turismo, adelantó que se ha conversado la idea de trabajar en una "planificación de programas y actividades que permitan extender la temporada alta hasta Semana Santa y poder realizar otras acciones coordinadas durante todo el año que permitan atraer esta demanda que no se realizó durante febrero".
Medida que Pirola dijo que "no es factible y no funciona". "Creo que estando a dos semanas es casi imposible ya que el turista ya programó esas vacaciones (…) viajar de 200 o 400 kilómetros no se programa de un día para otro", indicó.
Agregó que el Gobierno debería avanzar "en la postergación en pago de IVA y contribuciones, y entregar alguna ayuda de seguro de desempleo, creo que eso es mucho más factible y eficiente".
"Prolongar la temporada alta no es muy apropiada, una persona no va estar interesada en ir a un lugar que recién está pasando la catástrofe del incendio", añadió Pirola.
Fedetur llama a esperar el término del verano
Sobre estas dispares cifras, la presidenta ejecutiva de Fedetur, Helen Kouyoumdjian, llamó a esperar al fin de la temporada estival para sacar conclusiones. "Queda aún un mes para el termino del verano, por lo que hacer un balance final es prematuro. Nosotros proyectamos unos 20 millones de viajes internos durante diciembre 2022 a marzo 2023. Con el impacto de los incendios, consideramos que esa estimación podría estar algo debajo de esa cifra", sostuvo en diálogo con Emol.
Y ante la idea de alargar la temporada alta hasta Semana Santa, expresó que "tiene un efecto más bien acotado porque el inicio de las clases marca el fin del período estival, y por ende, la demanda del turismo interno baja de forma natural. El mejor apoyo es el financiero junto con hacer campañas de promoción para incentivar la demanda en los destinos afectados".
Opinión similar compartió Helen Kouyoumdjian: "Alargar la temporada alta tiene un efecto más bien acotado porque el inicio de las clases marca el fin del período estival, y por ende, la demanda del turismo interno baja de forma natural. El mejor apoyo es el financiero junto con hacer campañas de promoción para incentivar la demanda en los destinos afectados".