En muchas empresas, los problemas no solo se limitan a los plazos ajustados o a las altas demandas laborales. Según los expertos en talento humano, existe un desafío menos evidente pero igual de perjudicial: las personalidades tóxicas. Los colaboradores con estas conductas, muchas veces normalizadas, desgastan la dinámica del equipo, disminuyen la productividad y generan un ambiente laboral insostenible.
"Un compañero tóxico suele destacarse por su negatividad constante, falta de responsabilidad, resistencia al cambio y comportamiento pasivo-agresivo".
Isaías Sharon, psicólogo organizacional y fundador de Innzpira -empresa de capacitaciones de habilidades blandas, crecimiento y desarrollo personal-
Sharon también dice común que fomente chismes, culpe a otros de sus errores o priorice sus intereses personales por encima del equipo. Estos rasgos no solo afectan a nivel interpersonal, sino que también tienen repercusiones en el rendimiento del equipo y en el bienestar emocional de sus integrantes.
Mauricio Soto, director comercial de Teamclass -compañía de formación, promoción del desarrollo y crecimiento profesional-, complementa esta idea al señalar que "la falta de empatía y las actitudes desconsideradas también son comunes en personalidades tóxicas. Estas personas generan tensión y confusión al expresar su descontento mediante indirectas o actitudes ambiguas, obstaculizando el progreso grupal".
En este escenario, tanto trabajadores como empresas deben aprender a identificar y manejar estos comportamientos para preservar la salud del clima laboral.
¿Cómo afectan las personalidades conflictivas al clima laboral?
Las personalidades conflictivas tienen un impacto profundo en el entorno laboral. "Aumentan el estrés, desmotivan a los equipos y dificultan la colaboración, lo que resulta en menor productividad y más rotación de personal", comenta Sharon. Además, un ambiente laboral hostil afecta el bienestar emocional de los empleados y perjudica la capacidad de la empresa para retener talento.
Entre los perfiles más complicados que deterioran el clima laboral se encuentran:
El crítico constante: Crea inseguridad al señalar errores sin ofrecer soluciones constructivas.
El narcisista: Monopoliza el reconocimiento y minimiza el trabajo del equipo.
El controlador: Limita la autonomía de sus compañeros, dificultando la creatividad.
El pesimista: Desmotiva con una actitud negativa constante.
Según Soto, "un entorno afectado por conductas inapropiadas se caracteriza por desconfianza y deterioro de las relaciones interpersonales. Esto incrementa el estrés y puede llevar a una mayor rotación, lo que genera costos adicionales para la empresa".
Herramientas para identificar y manejar estas personalidades
Detectar y manejar personalidades tóxicas es esencial para prevenir el deterioro del ambiente laboral. Para Sharon, una estrategia eficaz es implementar evaluaciones 360° y encuestas de clima laboral. "Estas herramientas permiten visibilizar patrones negativos y recoger retroalimentación desde diferentes niveles jerárquicos", señaló.
Capacitar a los equipos en habilidades blandas como comunicación efectiva y manejo de conflictos también es fundamental. Sharon sugiere que "las empresas deben actuar rápidamente al detectar comportamientos tóxicos, establecer códigos claros de conducta y fomentar el bienestar emocional a través de programas de apoyo psicológico". Además, los protocolos confidenciales para reportar conductas inapropiadas son fundamentales para proteger a los empleados.
Soto agrega que "la capacitación en liderazgo inclusivo y la implementación de políticas de tolerancia cero hacia las conductas tóxicas son clave para garantizar un entorno respetuoso".
Protegiendo los colaboradores
Para los trabajadores, interactuar con colegas tóxicos puede ser desgastante. Sharon dice que se deben "establecer límites claros, practicar la inteligencia emocional y buscar apoyo en colegas o líderes de confianza". Documentar incidentes también es útil para respaldar futuras acciones.
Desde una mirada legal, Katerin López Cartagena, abogada y experta en derecho laboral, recomienda a las empresas realizar procesos de prevención y capacitación de conductas que podrían ser constitutivas de acoso laboral, acoso sexual o violencia en el trabajo.
Además, “cuando este proceso preventivo no sea suficiente y se produzcan casos, deben existir procesos de investigación confidenciales y que permitan a los involucrados la defensa y el debido proceso, y si de dicho proceso se deriva la existencia de estas conductas prohibidas, se deben aplicar sanciones, que pueden ir desde una amonestación hasta la desvinculación”.
El autocuidado también juega un rol importante. Actividades como ejercicio, mindfulness o hobbies ayudan a reducir el estrés y a mantener el equilibrio emocional. Soto agregó que lo ideal es "fomentar el bienestar personal, es vital para enfrentar los desafíos que presentan estos comportamientos".
Por otro lado, los expertos indicaron que los líderes tienen una responsabilidad fundamental en la prevención y manejo de la toxicidad laboral. "Deben modelar comportamientos positivos, intervenir con rapidez ante conflictos y fomentar una cultura de inclusión y respeto", señala Sharon. Herramientas como People Analytics pueden ser útiles para identificar patrones problemáticos.
"Un liderazgo inclusivo y la definición de consecuencias claras para conductas inapropiadas refuerzan la seguridad del equipo y promueven la colaboración. Implementar estas medidas mejora el clima laboral e incrementa la eficiencia y el compromiso de los empleados.
Mauricio Soto, director comercial de Teamclass
Finalmente, la abogada experta en derecho laboral, insistió en que tanto las organizaciones como los colaboradores cuentan con herramientas jurídicas como la Ley 21.643, que obliga a confeccionar protocolos de prevención e investigación para abordar situaciones de acoso laboral o comportamientos perjudiciales.
Además, López indicó que “los departamentos de recursos humanos pueden realizar capacitaciones y promover buenas prácticas con el apoyo de mutualidades que ofrecen cursos gratuitos para asegurar un buen clima laboral. Los empleados tienen derecho a denunciar sin temor a represalias legales o laborales, y si son despedidos como resultado de la denuncia, gozan de la garantía de indemnidad que les permite iniciar un juicio de tutela por vulneración de derechos fundamentales”.
