La industria de pagos en Latinoamérica se encuentra en un proceso de transformación. Según el informe “Pagos en Latinoamérica en 2025: De la inclusión a la sofisticación”, elaborado por Kushki y PCMI (Payments and Commerce Market Intelligence), una de las tendencias más relevantes que marcará el futuro del ecosistema será la omnicanalidad: la integración fluida de pagos a través de distintos canales, tanto físicos como digitales, que ofrece al usuario una experiencia de compra unificada y consistente.
El estudio destaca que esta evolución responde al acelerado cambio en los hábitos de consumo de los latinoamericanos, impulsado por la digitalización, la expansión del comercio electrónico y el aumento del uso de billeteras digitales.
En ese sentido, la investigación arroja que en la región, el 70% de los consumidores ya combina pagos presenciales y online en su día a día, lo que obliga a los comercios a adoptar soluciones más flexibles e interoperables.
“Sabemos que la omnicanalidad es la clave para los pagos del futuro, pero muchos jugadores no pueden ofrecer este tipo de tecnología porque no cuentan con una infraestructura propia, como Kushki. En Chile creamos soluciones en línea y presenciales y procesamos pagos para grandes industrias, como combustibles, retail y marketplaces. Nuestra meta es continuar esta expansión y llegar a nuevos sectores”, sostuvo Jaime Domingo, Chief Revenue Officer (CRO) de Kushki.
El informe señala que los minoristas lideran la adopción de esta tendencia, aunque el desafío no está solo en ofrecer múltiples opciones de pago, sino en gestionar de manera proactiva su pila tecnológica, es decir, los sistemas que permiten conectar los distintos canales de venta.
En este punto, las API (interfaces de programación de aplicaciones) juegan un papel clave, ya que facilitan la integración entre plataformas y garantizan que las transacciones sean seguras y consistentes, sin importar el punto de contacto del cliente.
Además del comercio, otros sectores comienzan a adoptar esta tendencia. En salud, los pagos omnicanales permiten cobrar antes o después de las citas médicas, reduciendo los “no-shows” y mejorando la experiencia del paciente. En educación, facilitan el pago remoto de mensualidades o matrículas, dando flexibilidad a los apoderados sin interrumpir las actividades presenciales.
Kushki y PCMI destacan que la omnicanalidad no solo mejora la experiencia del cliente, sino que también aumenta la eficiencia operativa de los negocios al centralizar la gestión de pagos y datos en un solo sistema. Sin embargo, advierten que para que esta evolución sea sostenible, es necesario fortalecer la infraestructura tecnológica y avanzar en regulaciones que impulsen la interoperabilidad entre sistemas financieros y fintechs en la región.
“El consumidor actual espera pagar donde quiera, cuando quiera y como quiera. Los comercios que logren adaptarse a esa demanda marcarán la diferencia en los próximos años”, concluye el estudio.
