VIÑA DEL MAR.- Con apenas 31 años, Catalina Yudin es una de las mujeres fuertes tras el Festival de Viña del Mar. Este es su sexto año como productora ejecutiva del evento, y durante ese tiempo ha aprendido a controlar la ansiedad, a saber que no todo es tan urgente, que los managers son más complicados que los artistas y que se deben priorizar las distintas labores.
"Para mí la prioridad es que el artista cante. Eso, entre comillas, le duele a muchos porque implica que deje de hacer otras cosas, desde conferencias de prensa, grabaciones o ir a programas satélite y todos me terminan matando. Pero mi fin último es que los artistas canten y yo trabajo para eso, y para que tenga toda la comodidad posible. Y ojalá hacer todo lo externo, porque sirve toda la promoción", cuenta.
Yudin explica que han formado un equipo muy consolidado, algo que ha bajado los niveles de estrés, y da gran parte del crédito a la productora general, Carla Ruz, "Sin ella no puedo hacer nada. Es así de fácil". Un asunto importante, pues se deben solucionar muchas cosas. Un ejemplo son los alojamientos: "No es un tema de costos, es un tema de capacidad. Aunque no pareciera, este es uno de los peores problemas que tiene el Festival de Viña. Es gracioso, pero es terrible". Y explica: "Por un tema de logística de Viña, hay dos hoteles y dos presidenciales. Eros Ramazzotti quería estar cuatro días antes de su presentación en Chile, pero ¿dónde dejo a Marco Antonio Solis?".
Según cuenta, este año no hubo mayores problemas en la contratación de artistas, pero sí han aparecido problemas al momento de negociar la puesta en escena, porque suelen pedir su propia escenografía. "Tienen que entender que es un show compartido y que la escenografía es la misma para todos, que hay cosas que aunque quieran, por un tema de altura, no cabe y que por mucho que vengan en un tour. Esa parte cuesta mucho en la negociación y este año ocurrió con los reggaetoneros y la pirotecnia, algo que no se puede hacer por ley. Les mandamos una carta de la gobernación para que entendieran".
Lo más difícil
Este año las cosas han salido bastante tranquilas para Yudin y su equipo, pero eso no siempre es así. El gran ejemplo para ella es el nivel de exigencias del cantante británico Morrissey, quien fue parte del Festival en 2012.
"Morrissey siempre va a ser mi trauma. Yo creo que después de eso quedamos curados de espanto. Nunca pensé que podía existir gente tan complicada y en todo sentido. Ponía problemas por la comida, por los olores, por los guardias, por todo", recuerda. "Nos tuvieron encerrados en el camarín con Pablo (Morales, ex director de contenidos) y con Jaime (de Aguirre, ex director ejecutivo), le explicamos a sus guardias que nosotros hacíamos el Festival y nos decían que les daba lo mismo". También estuvo el problema con Cristian Sánchez, a quien hicieron salir de su asiento frente al escenario. "Según ellos, le tiraba malas vibras".
Otra fuente de dificultades es la emisión televisiva de artistas anglo. "Con ellos es difícil la negociación de la transmisión por televisión. Porque con los latinos, grandes o chicos, saben lo que es el Festival de Viña. Para ellos no es tema ni sorpresa la televisación, quizás lo es las repeticiones y esta bien. Pero explicarle eso a Elton John, es difícil".
Para evitar tener problemas con el largo de las presentaciones, un tema que a pesar de que se define en los contratos de cada artistas suele ser complejo, Yudin cuenta que el director televisivo del evento, Álex Hernández, escucha los setlists para calcular los tiempos por canción. "Este año hemos luchado harto para que vengan a presentar grandes éxitos y no a hacer la promoción de sus últimos discos y nos ha ido súper bien en ese sentido con los artistas".
Este año hay un gran cambio en el equipo de Chilevisión: ya no están Pablo Morales ni Jaime de Aguirre, con quienes Yudin admite tener una relación cercana. "Hay cariño", asegura. Pero la ingeniera comercial comenta que el trabajo con el nuevo director ejecutivo, Francisco Mandiola, ha sido positivo en temas como negociaciones: "Se ha empoderado harto". Y más adelante agrega: "Me he llevado una grata sorpresa con él".