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Los secretos del micrófono cubierto con cristales que ocupa Carolina de Moras en Viña

Gabriela Cordero, asesora de la animadora del festival, revela a Emol pormenores del llamativo accesorio que lleva la presentadora en cada jornada.

22 de Febrero de 2018 | 19:11 | Por Alondra Barrios Peñailillo, Emol
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El detalle en el aparato llamó la atención.

Agencia Uno
VIÑA DEL MAR.- Laura Pausini se adelantó y utilizó un aparato similar en su última presentación en el Festival de Viña del Mar en 2014, pero el detalle pasó casi inadvertido. Cuatro años han transcurrido de eso y ahora es la animadora Carolina de Moras la que siguió sus pasos para marcar tendencia sobre el escenario: desde el primer día de la reciente edición del certamen viñamarino, la ex modelo utiliza un micrófono inalámbrico cubierto con brillantes en la parte de la carcasa, haciéndolo parecer un accesorio más que se complementa con los elegantes y pulcros diseños que viste cada jornada.


La idea de agregarle este toque de glamour fue de Carolina, revela a Emol Gabriela Cordero, asesora y estilista del rostro de Chilevisión. "Pensó que era bueno para que le contrastara con los vestidos", dice Cordero, quien además detalla que se tratan de "cristales Swarovski" y que fue el diseñador Claudio Mansilla -responsable del modelo rojo kiss que de Moras usó en la primera noche- el que "se contactó con la tienda Crystal Store (distribuidor de estos cristales)" para comprar las piezas. Los tienen en todos los tamaños y colores. El color que estamos utilizando se llama black diamond".


Los cristales son Swarovski y el color de ellos se llama black diamond. / Crédito foto: Agencia Uno.

Cada bolsa obtenida trae alrededor de 1.200 cristales y se usaron aproximadamente tres bolsas y medias, que serían algo más de 3.600 cristales.

Fran Hernández, una de las integrantes del staff que asesora a Carolina de Moras tuvo la minuciosa misión de pegar pieza por pieza con ayuda de un pegamento especial y calor para el secado. "Estuvo como ocho horas en eso porque hay que ser súper cuidadoso", cuenta y sostiene que descartaron adornar la parte de la rejilla del micrófono para no tener problemas de sonido.

El aparato está guardado en una caja especial para que no se suelte ninguna pieza, aunque es inevitable que ello ocurra. El cuidado ha sido extremo, porque de acuerdo a lo que relata Gabriela Cordero, solo se han despegado dos cristales. "Fue porque se nos cayó el micrófono", concluye.
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