LONDRES.- Amnistía Internacional (AI) instó este jueves en un comunicado a los gobiernos del Reino Unido y de Estados Unidos a que dejen de guardar silencio sobre las violaciones de derechos humanos que tienen lugar en Arabia Saudita y a que presionen al país árabe para que garantice su cumplimiento.
El documento se publica un día antes del primer aniversario de la paliza en público que recibió el bloguero saudí Raif Badawi, un activista condenado a 10 años de cárcel y a recibir 1.000 latigazos por luchar a favor de la libertad de expresión.
La organización que trabaja por la protección de los derechos humanos constató que la represión en Arabia Saudita se intensificó entre enero y noviembre de 2015, cuando las autoridades ejecutaron a 151 personas, el número más alto de víctimas a manos del gobierno que se registra en el territorio desde 1995.
El director adjunto para Oriente Medio y el Norte de África de AI, James Lynch, explicó que "aliados de Arabia Saudita como el Reino Unido y Estados Unidos deberían usar esta estrecha relación para presionar en público al país árabe para que mejore su historial de derechos humanos".
"Su silencio, mientras suministran armas mortales a Arabia Saudita, es simplemente insostenible", apuntó Lynch.
Desde la organización también empujaron a los gobiernos británicos y estadounidenses a que hablen con el Ejecutivo presidido por el rey Salmán bin Abdulaziz, con el fin de que cumpla con la ley internacional en su campaña militar en Yemen.
Según afirmó AI, los más de cien ataques aéreos de la coalición saudí sobre Yemen, que empezaron en marzo del año pasado, fueron "frecuentemente desproporcionados e indiscriminados y en muchas ocasiones iban dirigidos a población civil", lo que ocasionó "crímenes de guerra".
A pesar de que en las pasadas elecciones las mujeres pudieron votar, la organización sostuvo que el estado de mayoría musulmán suní continúa con su "amplia ofensiva contra los derechos humanos".
Además del caso de Badawi, AI recordó que hay docenas de personas entre rejas por "su activismo pacífico" y que el pasado 2 de enero las autoridades saudíes ejecutaron en masa y de forma simultánea a 47 personas condenadas por terrorismo, entre ellas un clérigo chií, la otra principal rama del Islam junto al sunismo.
Para la organización internacional, el país de Oriente Próximo se vale desde 2014 de su ley antiterrorista para "reprimir todas las formas de activismo y condenar a los culpables a muerte" a la vez que "ejecuta opositores chiís después de realizarles procesos injustos".