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La historia de Nisman, el fiscal que aseguró que "podría salir muerto" por el caso AMIA

El funcionario, que investigaba el caso del atentado contra la AMIA, iba a presentar el lunes 19 de enero de 2015 los detalles de su denuncia ante el Congreso, en contra de la entonces presidenta Cristina Fernández por un supuesto encubrimiento en la causa.

25 de Febrero de 2016 | 10:43 | Emol
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La Nación de Argentina, GDA
SANTIAGO.- El fiscal Alberto Nisman, que se encontraba realizando la investigación del peor atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en 1994, fue encontrado muerto la madrugada del 18 de enero de 2015 en su departamento en la Torre Le Parc, ubicada en Azucena Villaflor 450, en el barrio de Puerto Madero.

El abogado y profesor de Derecho Penal en la Universidad de Buenos Aires y padre de dos hijas con la jueza federal Sandra Arroyo le dijo a un medio trasandino días antes de que se encontrara muerto, una frase que tras su fallecimiento cobró vida: "Yo puedo salir muerto de esto", afirmó.

Junto a su cuerpo encontrado en el suelo de su baño esa madrugada, había un arma de fuego de calibre 22, además de un casquillo de bala.

La semana anterior a su muerte, Nisman dio una polémica declaración, manifestando que la presidenta de entonces, Cristina Fernández de Kirchner, y su ministro de Relaciones Exteriores, Héctor Timerman, -entre otros dirigentes oficialistas-, acordaron "la impunidad de Irán" antes de la firma del tratado de cooperación con el país asiático para avanzar en el esclarecimiento del atentado de la AMIA.

Nisman era especializado en terrorismo internacional, narcotráfico, lavado de dinero, fraudes al Estado, tráfico de armas y explosivos. Al mismo tiempo, era responsable de la Unidad Fiscal Especial, que está encargada de esclarecer las causas del atentado que se cometió en 1994 y quien, desde un principio, apuntó al Gobierno de Irán y al Hezbollah como responsables de uno de los ataques terroristas más impactantes de la historia de Argentina, que dejó 85 personas muertas y más de 300 heridas.

En miras del servicio de inteligencia


Según consignó la prensa, Nisman estaba en la mira del servicio de inteligencia argentino, al igual que de este tipo de entidades de Estados Unidos, Irán e Israel.

En mayo de 2008, en el marco de la causa AMIA, se ganó sus primeras enemistades cuando solicitó la detención del ex presidente Carlos Menem y del ex juez Juan José Galeano. En ese momento, Nisman buscó "congraciarse con la presidenta argentina Cristina Fernández mediante la persecución de sus enemigos políticos", según reveló un cable de la diplomacia estadounidense de Wikileaks.

Se decía que tenía una buena relación con el matrimonio Kirchner. Incluso, se especuló durante la presidencia de Cristina Fernández, que podía ser el sucesor de Esteban Righi, procurador general de la Nación Argentina desde 2004 hasta 2012 -que es un alto cargo del Ministerio de Justicia- pero no se llevó a cabo y se alejó del Gobierno cuando empezó a trascender el polémico memorándum con Irán, cuyas negociaciones se dieron a espaldas de Nisman, el hombre que debía interrogar a los sospechosos iraníes.

De hecho la Justicia argentina había acusado a varios ciudadanos iraníes por este atentado, entre los que destaca un ex ministro de Defensa, pero Irán rechazó esos cargos.

Fue en mayo del 2013 cuando se terminaron las relaciones con el Gobierno argentino, al presentar Nisman un dictamen en el que acusó a Irán de infiltrarse en países de América Latina para fomentar actos terroristas.

La comunidad judeo-argentina es la más numerosa de América Latina y la quinta mayor del mundo.

Tras confirmarse la muerte del fiscal en la madrugada del domingo 18 de enero de 2015, sus dichos y sobre todo, los argumentos de la acusación contra la mandataria, que se debía presentar el lunes 19 de enero de ese año ante el Congreso, quedaron a la espera de que un nuevo fiscal asumiera el caso.

"Esto va a llevar tiempo, pero va a llegar a buen puerto. Me gustaría equivocarme por la institucionalización del país, pero creo que no", expresó Nisman días antes de su muerte.
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