SANTIAGO.- "Le abrí y me dijo 'acá traigo esto para el monasterio', y yo ingenua creyendo que eran bolsos de comestible, le dije que los dejara en la cocina". Esas fueron las palabras de la monja Celia Inés Aparicio, luego de la detención del ex viceministro kirchnerista José López, quien fue sorprendido intentando esconder casi nueve millones de dólares en un convento.
Con estas palabras, Aparicio mostraba su sorpresa por lo ocurrido el pasado 14 de junio en el convento Nuestra Señora de Fátima, de la localidad bonaerense de General Rodríguez. Incluso, contaba con naturalidad la anécdota de los dulces que López comía cuando fue detenido. "Estaban sobre la mesa de la madre, pobre. Y él se los llevó, porque estaba angustiado", comentaba entre risas.
Hasta ahí, la conocida hermana Inés figuraba como una víctima más de López, quien la habría engañado para ingresar el millonario botín al recinto. Eso, hasta que se conociera un revelador video.
La filmación, captada por cámaras de seguridad y divulgada por el canal Telefé, reveló que en realidad Aparicio tenía algo más que ver con el delito de López. Ahí, se puede ver a la monja abriéndole la puerta del convento al ex funcionario y recibiéndole los bolsos con el millonario botín. Al lado, se podía ver el fusil del ex secretario de Obras Públicas.
Tras esto, los ojos de los argentinos se pusieron sobre esta mujer que no pertenece a una congregación u orden de la Iglesia Católica, sino que forma parte de una asociación laica de fieles que, por decisión propia, deciden vestir y vivir como monjas.
Sin embargo, la hermana Inés aseguró que abrió las puertas por orden de Alba Día de España Martínez Fernández, más conocida como madre Alba, de 94 años, que es responsable del convento Nuestra Señora de Fátima.
Pese a ello, Aparicio deberá declarar ante la justicia el 1 de agosto, donde deberá responder a las acusaciones por encubrimiento.
La decepción de los vecinos
"Tengo mucha bronca. Nunca creí que eran así las monjas. Después de todo esto el monasterio ya no sirve más. Deberían tirarlo abajo". Con estas palabras a La Nación, la vecina Mercedes Contreras expresó su molestia y decepción al conocerse el caso que involucra a las religiosas que ella visitaba frecuentemente.
"Yo iba a misa siempre y nunca vi nada raro, pero esto no me gustó. Qué casualidad, ¿sabés?, porque cuando íbamos a misa nos educaban a nosotros repitiéndonos que teníamos que ser buenas personas y hacer donaciones a la gente pobre", agregó una molesta Contreras.
Pero no sólo esta vecina se refirió a la situación del convento, sino que otros hicieron hincapié en la gran cantidad de automóviles de lujo que frecuentaban el lugar, incluso, uno de los vecinos del sector aseguró a Clarín que "una vez vi a una monjita subirse a un BMW".
Todos estos vínculos con gente presuntamente poderosa hicieron crecer las especulaciones sobre cómo se construyó y creció el convento en el último tiempo, según consigna el diario trasandino.
Entre ellos, uno de los que más frecuentaban el lugar era el propio José López, además del ex ministro de Planificación Federal, Julio De Vido (quien gestionó una millonaria inversión estatal en el lugar) y la política Alicia Kirchner.
Así, mientras siguen conociéndose nuevas cosas en torno a este caso, la fama de estas religiosas aumenta, aunque la decepción también. Y eso que aún queda mucho por saber.