SEÚL.- El presidente de SK, el tercer mayor conglomerado empresarial surcoreano, fue interrogado este sábado por la fiscalía como testigo en la amplia trama de corrupción de la "Rasputina", que causó la destitución de la presidenta, Park Geun-hye.
El ejecutivo, Chey Tae-won, prestó declaración ante los investigadores sobre las supuestas donaciones multimillonarias realizadas por su empresa a organizaciones vinculadas a la amiga íntima de la presidenta, Choi Soon-sil, conocida como la "Rasputina".
A cambio de estas contribuciones, Chey habría obtenido el perdón presidencial en 2015 por una condena previa que se le impuso por otro caso de malversación, según la fiscalía, mientras que el empresario ha negado estas alegaciones, informó la agencia local Yonhap.
La declaración del presidente de SK forma parte de los esfuerzos de la fiscalía para recopilar pruebas sobre la trama de corrupción en la que están implicadas la presidenta, la "Rasputina" y Lee Jae-yong, heredero del Grupo Samsung, el mayor conglomerado empresarial del país, entre otros altos cargos empresariales y del Gobierno.
La ex presidenta, por su parte, está llamada a declarar el próximo martes como sospechosa de corrupción en la trama, después de quedar despojada de su inmunidad el pasado día 10 cuando el Tribunal Constitucional ratificó su cese, al considerar que se confabuló con su amiga para extorsionar dinero a grandes empresas.
Asimismo, el ex líder de facto de Samsung permanece detenido desde el pasado 17 de febrero, y será juzgado junto a otros cuatro altos ejecutivos de la compañía por los cargos de soborno y otros delitos como malversación y ocultación de activos en el extranjero.
Hasta 53 empresas -entre ellas otros gigantes del país como Lotte, LG o Hyunday- están bajo investigación de las autoridades por su supuesto papel dentro de la trama de la "Rasputina", a la que habrían contribuido con 77.400 millones de wones (US$67 millones).