WASHINGTON.- Sally Yates, que fue fiscal general de Estados Unidos de manera interina durante diez días, aseguró este lunes que avisó a la Casa Blanca de que el ex asesor de Seguridad Nacional Michael Flynn había mentido sobre sus conversaciones con Rusia y estaba expuesto a un "chantaje" por parte del Kremlin.
En un subcomité del Senado, Yates explicó por primera vez de manera pública que avisó a un asesor de la Casa Blanca que Flynn había mentido al decir al vicepresidente, Mike Pence, que sus conversaciones con el embajador ruso no incluían el tema de las sanciones impuestas por el ex Presidente Barack Obama.
"Esto (las mentiras) era un problema, no solo porque los rusos sabían esto y tenían información sobre eso, sino porque pensábamos que podía ser utilizado por los rusos para hacer chantaje", dijo Yates, que supuestamente tuvo acceso a una transcripción de las conversaciones de Flynn.
Agregó que tuvo dos encuentros en persona y una llamada telefónica con el asesor jurídico de la Casa Blanca, Donald McGahn, para alertarle de las conversaciones de Flynn.
En lo que fue la primera crisis política del nuevo Gobierno, Flynn dimitió en febrero por haber mentido a Pence y a otros altos oficiales del Gobierno sobre las conversaciones que mantuvo el 29 de diciembre, antes de que Trump tomara posesión, con el embajador ruso, Sergey Kislyak.
Flynn dijo que había hablado con el embajador ruso sobre sus vacaciones, pero en realidad habló con él sobre las sanciones que impuso Obama a funcionarios de la inteligencia rusa por la supuesta injerencia del Kremlin en las elecciones presidenciales para favorecer el triunfo de Trump.
En sus conversaciones con la Casa Blanca, Yates alertó de que había diferencias entre el contenido de las conversaciones y la forma en la que el Gobierno lo estaba describiendo, pues Pence en una entrevista en la CBS el 15 de enero aseguró que las sanciones de Obama no habían sido parte de la conversación entre Flynn y el embajador ruso.
"Pensábamos que el vicepresidente tenía derecho a saber que la información que estaba dando al pueblo estadounidense no era verdad", argumentó Yates.
Pero ante todo, según dijo, la entonces fiscal general tomó la decisión de informar a a la Casa Blanca porque los rusos podían usar material "comprometedor" de manera abierta o de manera sutil para "tener influencia" en un miembro tan importante del Ejecutivo como el asesor de Seguridad Nacional.
Trump acabó pidiendo a Flynn su dimisión el 13 de febrero, pero supuestamente dos semanas antes, el 26 de enero, Yates ya había avisado al Gobierno de los contactos con Rusia de uno de los asesores más cercanos al Presidente.
La demócrata Dianne Feinstein preguntó a Yates sobre la naturaleza de sus conversaciones con la Casa Blanca para tratar de determinar si el Gobierno de Trump puso en peligro a los estadounidenses al tardar más de dos semanas en pedir a Flynn su renuncia, aunque ya tenía información sobre sus contactos con Rusia.
"Sabíamos que no era una buena situación y por eso queríamos que lo supiera el Gobierno", respondió Yates, que dijo que proporcionó información a la Casa Blanca para que "tomaran medidas".
Rusia ha negado cualquier interferencia en las elecciones y Trump ha rechazado las acusaciones sobre una supuesta coordinación entre su equipo y el Kremlin para influir en las elecciones.